"LOS DEL UNO UNO" HACEN MUDANZA...

PUES SÍ, VAMOS PROGRESANDO, Y NOS CAMBIAMOS DE NIDO. ASÍ QUE A PARTIR DE AHORA ESTAMOS EN LA SIGUIENTE DIRECCIÓN:

www.losdelunouno.com

Y encima estrenamos FORO:

http://www.losdelunouno.com/forum/

Nos seguimos viendo...

domingo, 28 de junio de 2009

PEÑÓN DE BERNAL - CORTIJO DE LA CRUZ: ni en San Isidro se para...

Hola ti@s,

Pues éso, que eran las fiestas del pueblo y quien más quien menos estaba más pensando en éstas que en la bici... Pero siempre quedamos unos pocos para dejar el pabellón alto.

Carpi de minivacaciones había huido de El Ejido, Nayo ni siquiera se dignó a poner una escusa (aunque todos la sabemos), Lechu es joven pero tiene poco aguante (se sale de fiesta y en bici, que pa tó hay fuerzas...), Pepe sin noticias, Miguel asuntos familiares, Boluko alérgico a salir dos semanas con nosotros seguidas... Así que, visto el percal, en principio sólo nos íbamos a juntar Javi, Juan, Morales y yo, pero a última hora se apuntaron David, Maky y Tomás, así que los siete dispuestos a pasar una mijica de calor por la Sierra de Gádor.

A las 7 y 20 ya estábamos Juan y yo montados en la bici camino a la casa del Maky para coger el camión, echar las bicis y directos para La Mojonera, así que, entre cajas de pimientos, alambres y aperos varios, acomodamos a nuestras "señoras" y a empezar el día con ganas.


POR SI NO OS LO CREÍAIS...


Allí estaban todos, yo como siempre, el último. Bajamos las bicis, nos preparamos y a dar pedales.

El día empezaba raro. No había mucha alegría en el grupo. La sombra del Peñón es alargada y produce una severa colitis en el personal que se dispone a enfrentarse con él. Para la mayoría sería éso, pero para otros, una jornada previa de bares, alcohol y cachondeo hicieron mella en el estado físico en los momentos previos a la etapa. Éso sí, hay que estar a las duras y a las maduras, y después de una peoná de una panzá de horas, levantando con gran esfuerzo cienes y cienes de vasos llenicos hasta los topes de ron, el hecho de levantarse tempranico para enfundarse el "traje de pedalear" tiene mérito...

Pues éso, a pedalear. Y como es costumbre en el personal lo primero y ante todo, acojonar a los nuevos: "Maky, el peñón es mu duro", "Tómatelo con calma", "Ésto es pa machotes"... Panda de cabronazos estais hechos...

Y nada más salir pinchazo. No podrá la gente revisar las bicis antes de salir de casa. No. No puede haber un día tranquilito, un día que no pasen cosas inesperadas que hagan que se llegue pronto a casa. No. Si no es por una cosa, es por la otra, pero siempre hay imprevistos que hacen alargar la cosa. Y hoy no iba a ser menos. La cosa empezaba pronto... Y no se quedaría ahí...

Así que un buen rato después de empezar estamos a las faldas del Peñón y como es habitual la caquita empieza a molestar en los culottes y la gente se abre de patas. Juan, Maky y yo abrimos el grupo. Por detrás no se oye ni mú. Están en un estado de silencio y recogimiento que nos hace creer que estamos sólo nosotros tres por la zona. No gastan ni un gramo de fuerzas en ná de ná.


PEÑÓN DE BERNAL


Juan aprieta, y Maky y yo no nos cebamos. "Déjalo, que ya caerá de maduro. Sé cuando ir a por él". Pero claro, el Maky todavía es algo más novato que nosotros en esto de la bici, y se ve con fuerzas y demarra a por él. ¡¡¡Demarra en el Peñón!!! ¡¡¡Tú estás chalao!!! Y yo me voy con él. En un instante lo cogemos, pero Maky se funde y el hombre del mazo (hacía tiempo que no venía con nosotros), se sube a su camelbak. Por lo visto le cayó en gracia, porque hasta que no llegó de vuelta a los coches, no lo abandonó. Vaya día malo pasó, jejeje.

Así que yo impongo un ritmo normalico y Juan se me pega a rueda. Un espejismo, porque unos metros más atrás revienta. Poquito a poco, y sufriendo, como no, corono el Peñón. La gente va llegando extasiada, pero hay que seguir hasta nuestro próximo destino: la Fuente del Tartel.

Ahora vamos todos en grupo, y parece que nadie quiere abrir las hostilidades. Juan como siempre en cabeza intentando picar a la gente para aumentar el ritmo, Tomás sospechosamente también se deja entrever por los puestos punteros, David rezagado, seguramente porque llevará al Boluko en su supermochila, Javi mostrando una gran variedad de colores en su cara (de pronto rojo por el calor, de pronto más oscuro por los efectos del ron, de pronto pálido tal cucaracha mareada...), pero pedalea sin quejarse y dentro del grupo.
Así que, en un descuido de Juan, Morales marca un ritmo más alto. Hoy está un tanto ausente, un tanto introvertido, callado... Parece ser que el exceso de "vaselina pa´resbalar" en su cuerpo le ha sentado un poco mal...; o éso o que está hasta los güevos de los piques entre Juan y yo subiendo y quiere tener un poco de protagonismo...
No hay que darle demasiadas alas, así que rápidamente Juan, Tomás y yo nos ponemos a su sombra. Maldice. Pero continua...

Y de pronto viene la escapada buena del día: Tomás, simulando aquella silueta inconfundible de aquel ciclista navarro que dió tanto éxitos a nuestro ciclismo, se levanta de la bici, mete riñones, tira de piernas y nos deja oliendo el polvo del terreno. Pero Juan responde. Juan se pone a su rueda. Juan aguanta un poco. Pero Juan, una vez más, se abre de patas. Se ciega nuevamente, pero por lo menos tendrá el consuelo de que a base de hostias aprende uno, jejeje.

Llegamos a la fuente, y entre la pájara por la subida al Peñón del Maky, y por la pájara del día anterior de Javi, ésto parece un entierro. Los dos echicos polvo. Los dos cansadísimos. Pero Maky sí va a seguir. Será Javi el que decida volverse.
Ya sé que el simple hecho de haber venido es un éxito, pero cosas como éstas dan carta blanca a que la gente se ensañe contigo: "borrachuzo, no aguantas ná, ésto lo haces para que no te dejemos tirao bajando el sendero...". Lindezas por el estilo, jejeje. Pero con mucho cariño.

Así que como Tomás es el primero en llegar, allí mismo, en plena sierra, hace la mesa pa comer agusto. Que sí coño, que hizo la mesa. Que yo no sé de dónde la sacó (lo mismo lo que llevaba David en la mochila no era ésta vez al Boluko), pero allí mismo la plantó y a jalar. Fuente inagoltable para el anecdotario...

David viene listico, Morales cabreao porque "no lo dejamos en paz", moscas cojoneras nos llama por no tener nunca una subida tranquila, sin ataques... Que te digo campeón...; Juan sigue con ganas de más... Total, que despedimos a Javi y reemprendemos la marcha. Todavía queda un tute para llegar al Cortijo de La Cruz.


LOS SIETE Y ... LA VASELINA EN PRIMER PLANO


El inicio de da subida hasta el Cortijo es tranquila, todos juntos, pero pronto queremos más. Tomás tiene hoy su día y aprieta, así que Juan y yo los seguimos. Pasan los kms. y ya estamos más allá de la mitad de ascensión, así que decidimos esperar al resto, más que ná pa descansar y aprovechar una mínima sombra en el camino. Paramos.


CAMINO AL CORTIJO DE LA CRUZ


Llegan Morales, David y Maky. Este último viene extasiado, pero teniendo en cuenta que lleva poco con nosotros, es todo un logro. Morales y David se lo toman con calma, y seguramente guarden fuerzas para el descenso.


CARIÑITOS EN PLENA SIERRA


Es hora de reemprender de nuevo la marcha, y así lo hacemos. Pasan unos 2 kms. más o menos y yo me encuentro muy liviano, con peso de menos. Hacía calor y se sudaba, pero no lo suficiente para echar en falta dos o tres kilos. Me siento raro. ¿Qué será? Maldita la hora en la que nos paramos en aquella sombra. Allí se quedó mi mochila. El calor hace efecto en la lucidez de la gente, y en la mía no iba a ser menos, por lo que, sin explicación alguna, me dejé la mochila allí abandonada. Cebaros conmigo mamonazos...

Me vuelvo y ninguno se digna a acompañarme. Siguen su marcha hacia el Cortijo, y yo, como alma que lleva el diablo, bajo para recoger la mochila. ¿Es posible que hayamos subido tanto? No la encuentro y sigo bajando. Allí está. ¡¡¡Vaya tute me queda para arriba!!!

En vez de esperarme, siguen a bloque, y Juan y Tomás ven una ocasión irrepetible de llegar antes que yo al fin de la ascensión por una vez. Van como un tiro para arriba, pero no saben como subo yo. Evidentemente a ellos no los alcanzo, pero sí al Maky, el cual iba el pobre que le faltaba hasta el aliento. Pobrecico.

Llegamos al Cortijo de la Cruz, y siguiendo las indicaciones de un personaje de la zona, y del GPS de Morales, encontramos un algibe a pocos metros del cortijo en donde alguno aprovecha para refrescarse. Es ésta una época de mucha calor, y la falta de previsiones con respecto a la cantidad de agua que traer a una etapa, hace que la mayoría de nosotros se quede sin agua. Mal asunto. A ver si vamos aprendiendo.

Otra vez a jalar. Y el Maky, el pobrecico, sin comida. El primer día que vino con nosotros, sin agua. Hoy sin comida. ¿Qué será el próxima, criatura? ¿Se te olvidará la bici? Con este tío todo es posible...


FIGURAS ABATIDAS EN EL CORTIJO DE LA CRUZ


Ya es hora de reemprender la marcha, así que Morales, David y yo a por la vereda, y Maky, Tomás y Juan por la pista forestal a esperarnos en el bar. La comida de hermandad del sábado pasado actuó como una droga para algunos, lo que hace que todavía les dure el mono de las cervezas después de la etapa. Yo también quiero droga de ésa, jejeje.

La vereda empieza con una rampa bestial junto a la pista, con terreno con piedra muy suelta en la que apenas se consigue tracción.
Morales lo intenta y desfallece a pocos metros. David le echa coraje pero sólo llega un par de metros más allá. Y yo el último. Tiro de piernas, de frecuencia de pedaleo, pero me quedo encallao. Mi orgullo me impide bajarme, así que me levanto de la bici para dar pedales. Craso error. Pierdo tracción y ahora sí que es verdad que no puedo continuar. A la izquierda tengo a David parado y observando cómo intento subir, por lo que no tengo espacio para echar pie a tierra. Mi cuerpo oscila hacia el lado contrario donde hay un balate de cerca de dos metros de alto. Intento agarrarme a la bici, pero ésta se vuelca conmigo. Intento echar mano del aire, a ver si no me deja caer, pero no me ayuda. Me veo en el suelo. Me veo cayendo por el cortado que da a la pista. Y vaya que si caigo. Tengo que saltar para caer de espaldas y no hacerme daño. Y caigo. Y la bici también. Y a la gente, cuando escuchan que estoy bien, les dura el susto 0,01 segundos y empiezan a escojonarse. Yo también. ¡¡¡Vaya piñazo!!! Y todo gracias a que Tomás, en el momento de la caída dio un paso atrás para no quitar espectacularidad a la piña, si me hubiese ayudado nada hubiese sido igual, jeje.

Así que visto lo visto (que no es poco) nosotros tres empezamos la vereda. La primera parte es de subida por un estrecho camino con piedras enmedio. Es un tanto dura. Se llega a un pequeño llaneo donde se coge algo de velocidad entre sitios más o menos limpios, para volver a subir un tramo bastante complicado pero donde no hay que bajarse.
Y empieza el primer tramo de bajada. Es rápido, el camino estrecho y mucha piedra suelta. Lo abrupto del terreno hace que David y Morales se despeguen fácilmente de mí. Hoy no tengo nada que hacer. No es el descenso más adecuado para una rígida como la mía. Pero no desfallezco e intento no distanciarme mucho. Creo no ser demasiado lastre para ellos, y aunque no voy a rueda, les veo unos cuantos metros más allá.

En una recta sobre este terreno, una de las piedras hace que me salga del pequeño camino, y claro, a esa velocidad y teniendo en cuenta que topé de frente con un arbusto infranqueable, la hostia fue de campeonato: hinqué la rueda de alante y como era de esperar, emulando al gran Pantani en el inicio del Lagarto, doble voltereta invertida, carpada y con triple tirabuzón. La caída no dolió, pero conforme veo el horizonte en plena hostia, una mondraker vuela por encima mía hasta caer 4 ó 5 metros más allá. Espectacular el vuelo de la bici...

Les intento avisar pero no me oyen, así que no hay tiempo que perder y otra vez encima de la bici.
El tramo es complicado, aunque hay una serie de trancos que están de vicio y, aunque son pocos, hay tramos en los que se disfruta.

Después de ésto viene otro pequeño tramo de subida para empezar una escarpada y peligrosa bajada. Mucha piedra suelta, el camino muy estropeado, y mantenerte mucho rato encima de la bici es complicado. Pero poco a poco se pasan obstáculos.

En una de las bajadas Morales pincha tras salirse de la trazada de una curva bastante empinada. Hay que meterse a mecánicos.
A todo ésto David se había lanzado sólo. Él a su bola.

Poco a poco vamos avanzando en la vereda y ya vemos el final cercano. Los tramos en los que las rodadas de las motos los hacen impracticables son cada vez más, y te hace pensar que debería haber más control en el monte para controlar salvajadas como éstas. Suerte que algunas pueden ser enmenadas, como es el caso de la bestialidad hecha en el tramo de descenso de Los Cerecillos. Esperemos que esta vereda tenga solución, porque de encontrársela en buen estado sería una vereda para disfrutarla. En esta ocasión no ha sido así.

Ya hemos acabado el descenso. Entre el calor y lo complicado de éste, estamos bastante cansados y la bajada por la pista la hacemos en silencio y con muestras de cierta decepción por habernos encontrado la vereda en ese estado.
De todas formas ha sido otro buen día de mountain bike. Siempre que se sale por estos parajes se disfruta, y hoy no ha sido menos. Sólo contemplar las vistas hace que todo merezca la pena.

Así que sobre las dos más o menos llegamos a los coches, y lo que en principio iba a ser una jornada corta se ha convertido en una jornada como las demás: se llega tarde para el almuerzo, ¿no Morales?, jeje.

Al final 42 kilometricos de calor, calor y buena compañía y un tercer tiempo extraordinario con Juan, Tomás y Lechu en la feria del mediodía... Lo siento por los ausentes, jeje.

Venga chavales, a seguir con ánimos en este verano para salir en bici y...

Nos vemos..., si nos miramos...


Ruta en bici 226624 - powered by Bikemap


 
¡¡¡¡NUEVO VÍDEO: SENDEROS DE CASTALA. VER SECCIÓN DE "VÍDEOS "LOS DEL UNO UNO"" EN LA BARRA LATERAL!!"
Hide Box