Hola tí@s,
Todos de estreno, con ropita nueva y con más ganas que nunca nos citamos en Laujar con todos los bikers que estuvieran dispuestos a disfrutar de esta sierra.
A la cita acudimos Nayo, Javi, Juan, Lechu, su cuñado, y yo mismo. Ya sabemos que son éstas fechas para el asueto, así que unos cuantos de los habituales faltaron por tales motivos. Otros, como Carpi, por razones laborales, y otros cuantos por razones de acongojamiento (día que se pierde, el monte te lo paga).
Pues éso, que una de los capítulos de la corta historia de "Los del Uno Uno" empezó hace unos tres meses, cuando nos planteamos hacernos unos trapicos para lucirlos monte arriba y monte abajo, y después de consultas, esperas, rectificaciones, confusiones y demás historias, este capítulo terminó esta semana.
Y ahí estábamos unos pocos para estrenarla.
El escenario era inigualable: Laujar, y la compañía insuperable, aunque siempre se echa en falta la presencia de ciertos individuos, que al leer esta crónica se le pondrán los dientes como espadas por la envidia de vernos tan bonicos... jejeje.
La equipación es espectacular, está "que te cagas", y para no faltar a la cita, Javi y sus cleenex bosque adentro... Antes de salir, sin palabras...
Total, que a las 8 y cuarto más o menos nos ponemos en marcha, con una sonrisa de oreja a oreja de ver como el de al lado lucía tan radiante... El naranja y negro será un color a tener en cuenta por los montes de Almería: somos como el Radobank..., somos el RABObank...
¿MOLA O NO?
Centrándonos en lo meramente deportivo y dejando la sección de moda (muy bien expuesta, por cierto, jeje), empezamos a alejarnos del área recreativa, dejando atrás las entradas a las rutas de senderismo, tanto de Monterrey, Hidroeléctrica, como Aguadero.
Vamos a un ritmo tranquilito (seguimos flipando con la ropa... ya lo sé, soy pesao, pero es lo que hay. A quién no le interese que cambie de canal). Nuestro nuevo acompañante, debido a su falta de entreno, nota las primeras rampas, y el Lechu, para quedar bien con la familia sigue con él un poco más atrás (le dice el cuñao a la novia del Lechu que lo ha dejado tirao, y se tira el pobre 3 meses en "ayunas". Todo sea por la familia).
LOS CUÑAOS "2"
El desvío para Monterrey está cerca, y decidimos parar para ver cómo viene nuestra pareja de cuñaos (Carpi y Blas también están en el recuerdo).
Poco antes, Javi demarra espectacularmente mientras nosotros nos despojamos de algo de ropa. ¡¡Vaya hachazo nos diste perra, éso es insolidario y antideportivo!!
Paramos y reagrupamos. El cuñao viene tocao. Recuerda que en ésto se mejora con constancia, y si por algún casual te aburres de bicicleta y decides abandonarla (Dios no lo quiera), aquí el Mengu, se ofrece como alma caritativa para coger en adopción a tu "señora"... Queda dicho...
Afrontamos los pocos kms. que quedan para llegar a Monterrey ascendiendo las acojonantes rampas que llegan al veintimuchos por ciento, y Juan, sube el ritmo. Ya estamos liaos. No hay día tranquilo. Y claro, como uno no es de piedra, pues a rueda. Y como uno no se conforma con éso, pues a cambiar otra vez el ritmo...
Pero no, hoy no es el día. Hoy es para ir todos juntos, para que la mancha naranja y negra avance junta entre estos campos de Dios. Y aflojo el ritmo. Y aparecen unos sombras verdes detrás nuestra.
Empieza a oler mal, algún culotte se mancha, algunas patillas tiemblan ante lo que se nos viene. No, no es el Morales con su equipación "Peñas Negras", son Álvaro y otro biker (ambos "Peñas Negras"), que se disponen a hacer la misma etapa que nosotros.
Evidentemente nos alcanzan, y lo que es mejor, salvando unos primeros momentos de duda y confusión, nos conocen. Nos distinguen. ¡¡Coño, "Los del Uno Uno"!!
Nos saludamos, seguimos unos metros a un ritmo superior con ellos, pero hoy no están de paseo, así que se pierden en el horizonte. Momentos como éstos son los que me hacen pensar como os sentís cuando os dejo tiraos en plena cuesta, jejejeje. Algún día morderé el polvo, pero no será pronto...
La llegada a Monterrey se hace corta y aquí paramos un poco para ver si Lechu y la compañía nos alcanzan. Pero pasa el tiempo y no llegan, así que decidimos seguir para alante.
El resto de subida se hace más o menos entretenida. Juan y Javi se relevan en cabeza de grupo. Yo estoy agazapado, y Nayo..., bueno, lo de este tío no tiene nombre. Coge rueda y no la suelta. De sombra en sombra y no pilla un rayo de sol. Acojonante... Algún día llegamos alguno con su bici soldada a la nuestra... ¡¡Uff, qué calvario!! Javi, planteate lo que estás criando, porque creo que es tarde para ponerle solución...
CAMINO A LOS CERECILLOS
Empieza una suave brisa que viene jodiendo un poco, y Javi, creyendo que queda poco para coronar, aprieta. Pero todavía quiero más, así que tenso la cadena, subo piñones y para arriba. Javi me sigue, pero a los 100 metros se abre de patas, y el hombre del mazo se cuelga de su camelbak.
Yo cojo un ritmo apañado para nuestro nivel y afronto la úlitma recta aprentando un poco más. Ya hemos llegado al sendero de bajada.
Saco el kit de vídeo, lo aclopo, pruebas de sonido, 1, 2, 1, 2, probando, probando... Todo perfect. Los cuñaos a saber dónde estarán porque en estos parajes no hay manera de ponerse en contacto con nadie.
Los "Peñas Negras" aparecen en lo alto. Habían parado un poco más arriba y se diponían a empezar la bajada, así que otro ratico de cháchara y se despiden. Nosotros no tardamos mucho más, y empezamos a disfrutar.
Los que conoceis este sendero sabeis que es espectacular. Es corto, pero es tan limpio, tiene esas curvas tan cerradas, que es un disfrute el hacerlo.
La vez anterior la insconsciencia se apoderó de unos cuantos chalaos y construyeron un megasalto en mitad de la vereda. Afortunadamente lo han quitado, y ahora mismo te encuentras una vereda limpia, sin troncos, sin obstáculos y apta para disfrutar de una buena bajada (Gracias a quien se dedique a limpiarlas...).
Rápidamente la hemos terminado y cogemos la pista que nos llevará a la siguiente vereda: 7 kms. impresionantes y espectaculares.
Pero Juan no aparece. Lo esperamos. No viene. Nos preocupamos... Así que decido ir en su búsqueda y no da señales por ningún lado. Empiezo a preocuparme más y más, y llega el punto de que creo que se ha tenido que espeñar por algún lado, así que me planteo subir a pie la vereda para dar con él...
Pero que sería de uno sin una buena voz y sin el eco del campo. ¡¡¡MAAAAAAR - CIAAAAAAAL!!!
Y hay respuesta. ¿Dónde estará la perra esta? Increible, inaudito... pero se había confundido. En vez de tirar para la izquierda tira para la derecha para coger de nuevo la pista principal... Acojonante.
Gracias a esta "confusión", Lechu se une a nosotros tres, y Javi, Nayo, Lechu y yo nos vamos a por la vereda.
"200 metros" más adelante nos encontramos la entrada y nadie se atreve a abrir grupo, así que me tiro yo el primero.
El sitio es espectacular. Sube y baja continuo, rompepiernas, descensos cortos con mucho escalón, alguna curva difícil, y en el primer tramo algúno en el que se sufre realmente cuando tienes que andar tirando de la bici.
Salvado este primer trozo, entramos en una parte un poco más asequible. Estamos rozando la entrada a un cortafuegos. Aquí las subidas son más asequibles, y las bajadas no son todavía las más espectaculares, pero todos esos pequeños trancos en el camino le ponen una chispa especial. Flipantes.
Yo sigo abriendo el grupo, y en uno de esos trancos, tras pasarlo, la bici se me queda bloqueada de la rueda de atrás. "Otra vez se me ha salido la cadena", pienso. ¡¡Ojalá!! ¡¡Desviador partido!! Fin de la etapa.
Así que, los cuatro, ideando mil maneras para ponerle solución al desaguisado, conseguimos sacar la cadena y acoplar el desviador por algún sitio (¡¡Qué chapuzas somos!! Sin comentarios).
SIN CADENA
Y claro, ahora voy sin cadena, y aunque una vez más no vamos a poder hacer el Aguadero, la vereda la vamos a disfrutar de todas maneras.
Afortunadamente quedan pocos tramos de subida, y en todo lo que queda de trayecto no me descuelgo en ningún momento... (si es que son unos angelicos y se compadecen de uno... Encima que les jodo el día, jeje).
Y empiezan las bajadas limpias, las curvas imposibles, alguna que otra piedra puñetera... pero no hay caidas.
Morales, ahora nos entienden cuando les dijimos que es una de las mejores veredas.
Llegamos con la adrenalina por las nubes, disfrutando como locos, y en la salida de la vereda nos esperan Juan y el cuñao del Lechu. Aquí paramos a comer algo, y faltos de consideración empiezan los bombardeos de reproches hacia mi cambio y mi bicicleta. "Nos os jodío el día" "Mira que no llevar un cambio de respuesto" "Si estuviera aquí Morales te lo hubiera arreglado con dos vueltas de cinta aislante"... Lo que hay que aguantar...
Total, que empieza el camino de vuelta, y antes de darnos cuenta estamos otra vez en el punto de partida.
Han sido cerca de 30 kms., y a pesar del desconsuelo de no haber podido hacer el Aguadero por tercera vez, al menos nos vamos con el buen sabor de boca de que unos cuantos más de "Los del Uno Uno" han conocido esta supervereda...
El día de pedaleo había acabado pronto. Todos íbamos con tiempo, y la visita al "Arcadio" era obligatoria. Había que celebrar con cerveza el estreno de las equipaciones (Miguel se te echó en falta en el monte, pero en el bar más, sobre todo Juan).
PRUEBAS DEL DELITO...
¿¿QUIÉN ECHABA LA FOTO??
Unas cañicas, unas risas y a pensar en el reto de la semana que viene. Toma forma la propuesta de Juan, y lo que es casi seguro es que queremos hacer la vereda de Fuente Alta - Castala. Todo se verá...
(Como ésta es una etapa ya hecha por la peña os remito a entradas más antiguas para ver el perfil de la misma).
Chavales, cucarachas, recordad...
Nos vemos... si nos miramos...
Todos de estreno, con ropita nueva y con más ganas que nunca nos citamos en Laujar con todos los bikers que estuvieran dispuestos a disfrutar de esta sierra.
A la cita acudimos Nayo, Javi, Juan, Lechu, su cuñado, y yo mismo. Ya sabemos que son éstas fechas para el asueto, así que unos cuantos de los habituales faltaron por tales motivos. Otros, como Carpi, por razones laborales, y otros cuantos por razones de acongojamiento (día que se pierde, el monte te lo paga).
Pues éso, que una de los capítulos de la corta historia de "Los del Uno Uno" empezó hace unos tres meses, cuando nos planteamos hacernos unos trapicos para lucirlos monte arriba y monte abajo, y después de consultas, esperas, rectificaciones, confusiones y demás historias, este capítulo terminó esta semana.
Y ahí estábamos unos pocos para estrenarla.
El escenario era inigualable: Laujar, y la compañía insuperable, aunque siempre se echa en falta la presencia de ciertos individuos, que al leer esta crónica se le pondrán los dientes como espadas por la envidia de vernos tan bonicos... jejeje.
La equipación es espectacular, está "que te cagas", y para no faltar a la cita, Javi y sus cleenex bosque adentro... Antes de salir, sin palabras...
Total, que a las 8 y cuarto más o menos nos ponemos en marcha, con una sonrisa de oreja a oreja de ver como el de al lado lucía tan radiante... El naranja y negro será un color a tener en cuenta por los montes de Almería: somos como el Radobank..., somos el RABObank...
¿MOLA O NO?
Centrándonos en lo meramente deportivo y dejando la sección de moda (muy bien expuesta, por cierto, jeje), empezamos a alejarnos del área recreativa, dejando atrás las entradas a las rutas de senderismo, tanto de Monterrey, Hidroeléctrica, como Aguadero.
Vamos a un ritmo tranquilito (seguimos flipando con la ropa... ya lo sé, soy pesao, pero es lo que hay. A quién no le interese que cambie de canal). Nuestro nuevo acompañante, debido a su falta de entreno, nota las primeras rampas, y el Lechu, para quedar bien con la familia sigue con él un poco más atrás (le dice el cuñao a la novia del Lechu que lo ha dejado tirao, y se tira el pobre 3 meses en "ayunas". Todo sea por la familia).
LOS CUÑAOS "2"El desvío para Monterrey está cerca, y decidimos parar para ver cómo viene nuestra pareja de cuñaos (Carpi y Blas también están en el recuerdo).
Poco antes, Javi demarra espectacularmente mientras nosotros nos despojamos de algo de ropa. ¡¡Vaya hachazo nos diste perra, éso es insolidario y antideportivo!!
Paramos y reagrupamos. El cuñao viene tocao. Recuerda que en ésto se mejora con constancia, y si por algún casual te aburres de bicicleta y decides abandonarla (Dios no lo quiera), aquí el Mengu, se ofrece como alma caritativa para coger en adopción a tu "señora"... Queda dicho...
Afrontamos los pocos kms. que quedan para llegar a Monterrey ascendiendo las acojonantes rampas que llegan al veintimuchos por ciento, y Juan, sube el ritmo. Ya estamos liaos. No hay día tranquilo. Y claro, como uno no es de piedra, pues a rueda. Y como uno no se conforma con éso, pues a cambiar otra vez el ritmo...
Pero no, hoy no es el día. Hoy es para ir todos juntos, para que la mancha naranja y negra avance junta entre estos campos de Dios. Y aflojo el ritmo. Y aparecen unos sombras verdes detrás nuestra.
Empieza a oler mal, algún culotte se mancha, algunas patillas tiemblan ante lo que se nos viene. No, no es el Morales con su equipación "Peñas Negras", son Álvaro y otro biker (ambos "Peñas Negras"), que se disponen a hacer la misma etapa que nosotros.
Evidentemente nos alcanzan, y lo que es mejor, salvando unos primeros momentos de duda y confusión, nos conocen. Nos distinguen. ¡¡Coño, "Los del Uno Uno"!!
Nos saludamos, seguimos unos metros a un ritmo superior con ellos, pero hoy no están de paseo, así que se pierden en el horizonte. Momentos como éstos son los que me hacen pensar como os sentís cuando os dejo tiraos en plena cuesta, jejejeje. Algún día morderé el polvo, pero no será pronto...
La llegada a Monterrey se hace corta y aquí paramos un poco para ver si Lechu y la compañía nos alcanzan. Pero pasa el tiempo y no llegan, así que decidimos seguir para alante.
El resto de subida se hace más o menos entretenida. Juan y Javi se relevan en cabeza de grupo. Yo estoy agazapado, y Nayo..., bueno, lo de este tío no tiene nombre. Coge rueda y no la suelta. De sombra en sombra y no pilla un rayo de sol. Acojonante... Algún día llegamos alguno con su bici soldada a la nuestra... ¡¡Uff, qué calvario!! Javi, planteate lo que estás criando, porque creo que es tarde para ponerle solución...
CAMINO A LOS CERECILLOS
Empieza una suave brisa que viene jodiendo un poco, y Javi, creyendo que queda poco para coronar, aprieta. Pero todavía quiero más, así que tenso la cadena, subo piñones y para arriba. Javi me sigue, pero a los 100 metros se abre de patas, y el hombre del mazo se cuelga de su camelbak.
Yo cojo un ritmo apañado para nuestro nivel y afronto la úlitma recta aprentando un poco más. Ya hemos llegado al sendero de bajada.
Saco el kit de vídeo, lo aclopo, pruebas de sonido, 1, 2, 1, 2, probando, probando... Todo perfect. Los cuñaos a saber dónde estarán porque en estos parajes no hay manera de ponerse en contacto con nadie.
Los "Peñas Negras" aparecen en lo alto. Habían parado un poco más arriba y se diponían a empezar la bajada, así que otro ratico de cháchara y se despiden. Nosotros no tardamos mucho más, y empezamos a disfrutar.
Los que conoceis este sendero sabeis que es espectacular. Es corto, pero es tan limpio, tiene esas curvas tan cerradas, que es un disfrute el hacerlo.
La vez anterior la insconsciencia se apoderó de unos cuantos chalaos y construyeron un megasalto en mitad de la vereda. Afortunadamente lo han quitado, y ahora mismo te encuentras una vereda limpia, sin troncos, sin obstáculos y apta para disfrutar de una buena bajada (Gracias a quien se dedique a limpiarlas...).
Rápidamente la hemos terminado y cogemos la pista que nos llevará a la siguiente vereda: 7 kms. impresionantes y espectaculares.
Pero Juan no aparece. Lo esperamos. No viene. Nos preocupamos... Así que decido ir en su búsqueda y no da señales por ningún lado. Empiezo a preocuparme más y más, y llega el punto de que creo que se ha tenido que espeñar por algún lado, así que me planteo subir a pie la vereda para dar con él...
Pero que sería de uno sin una buena voz y sin el eco del campo. ¡¡¡MAAAAAAR - CIAAAAAAAL!!!
Y hay respuesta. ¿Dónde estará la perra esta? Increible, inaudito... pero se había confundido. En vez de tirar para la izquierda tira para la derecha para coger de nuevo la pista principal... Acojonante.
Gracias a esta "confusión", Lechu se une a nosotros tres, y Javi, Nayo, Lechu y yo nos vamos a por la vereda.
"200 metros" más adelante nos encontramos la entrada y nadie se atreve a abrir grupo, así que me tiro yo el primero.
El sitio es espectacular. Sube y baja continuo, rompepiernas, descensos cortos con mucho escalón, alguna curva difícil, y en el primer tramo algúno en el que se sufre realmente cuando tienes que andar tirando de la bici.
Salvado este primer trozo, entramos en una parte un poco más asequible. Estamos rozando la entrada a un cortafuegos. Aquí las subidas son más asequibles, y las bajadas no son todavía las más espectaculares, pero todos esos pequeños trancos en el camino le ponen una chispa especial. Flipantes.
Yo sigo abriendo el grupo, y en uno de esos trancos, tras pasarlo, la bici se me queda bloqueada de la rueda de atrás. "Otra vez se me ha salido la cadena", pienso. ¡¡Ojalá!! ¡¡Desviador partido!! Fin de la etapa.
Así que, los cuatro, ideando mil maneras para ponerle solución al desaguisado, conseguimos sacar la cadena y acoplar el desviador por algún sitio (¡¡Qué chapuzas somos!! Sin comentarios).
SIN CADENAY claro, ahora voy sin cadena, y aunque una vez más no vamos a poder hacer el Aguadero, la vereda la vamos a disfrutar de todas maneras.
Afortunadamente quedan pocos tramos de subida, y en todo lo que queda de trayecto no me descuelgo en ningún momento... (si es que son unos angelicos y se compadecen de uno... Encima que les jodo el día, jeje).
Y empiezan las bajadas limpias, las curvas imposibles, alguna que otra piedra puñetera... pero no hay caidas.
Morales, ahora nos entienden cuando les dijimos que es una de las mejores veredas.
Llegamos con la adrenalina por las nubes, disfrutando como locos, y en la salida de la vereda nos esperan Juan y el cuñao del Lechu. Aquí paramos a comer algo, y faltos de consideración empiezan los bombardeos de reproches hacia mi cambio y mi bicicleta. "Nos os jodío el día" "Mira que no llevar un cambio de respuesto" "Si estuviera aquí Morales te lo hubiera arreglado con dos vueltas de cinta aislante"... Lo que hay que aguantar...
Total, que empieza el camino de vuelta, y antes de darnos cuenta estamos otra vez en el punto de partida.
Han sido cerca de 30 kms., y a pesar del desconsuelo de no haber podido hacer el Aguadero por tercera vez, al menos nos vamos con el buen sabor de boca de que unos cuantos más de "Los del Uno Uno" han conocido esta supervereda...
El día de pedaleo había acabado pronto. Todos íbamos con tiempo, y la visita al "Arcadio" era obligatoria. Había que celebrar con cerveza el estreno de las equipaciones (Miguel se te echó en falta en el monte, pero en el bar más, sobre todo Juan).
PRUEBAS DEL DELITO...¿¿QUIÉN ECHABA LA FOTO??
Unas cañicas, unas risas y a pensar en el reto de la semana que viene. Toma forma la propuesta de Juan, y lo que es casi seguro es que queremos hacer la vereda de Fuente Alta - Castala. Todo se verá...
(Como ésta es una etapa ya hecha por la peña os remito a entradas más antiguas para ver el perfil de la misma).
Chavales, cucarachas, recordad...
Nos vemos... si nos miramos...
