Hola tí@s,
Para quien no lo sepa este
finde ha sido San Marcos, y evidentemente cada uno se lo monta como quiere, así que, debido a que yo he decidido perderme del mapa
ejidense en este día, la crónica ha tenido que esperar unas cuantas
horicas. Y sintiéndolo mucho, las "afotos" de la jornada tendrán que esperar un par de días... Es lo que hay...
Pero no os
preocupeis, que ya estoy por aquí, para intentar relatar la
superetapa que nos pegamos: histórica, irrepetible, inigualable... la mejor de "Los del uno uno". Vaya pasote.
La mañana empezó
tempránico, a éso de las 6 y media, cuando el
ioputa del móvil me avisa
pa levantarme,
pa preparar las cosas y para tirar para
Castala a iniciar otro día con nuestra gente (yo no lo sé, pero ni escogiéndonos a caso hecho damos con un grupo tan peculiar... para no
aburrise, casi te olvidas del cansancio..., o no...,
jeje).
Total, que medio
mareao de las cervezas del viernes por la noche (unos más que otros), me despierto y me encuentro con el primer dilema: la ropa. Ésto es peor que un sábado por la noche: me pongo este pantalón con esta camisa, hoy
úso camiseta... En fin, que con la incertidumbre del clima se planteaba la duda de
culotte largo o corto..., así que ¿quién dijo miedo?...:
culotte corto, con dos
cojones, que hay que lucir esa pelambrera que adorna nuestras recias y bastas patas..., tipo "Los del uno uno"...
Así que después de tal duda existencial, el luleo típico en la cama, el paso obligado por el wc para dejar la rúbrica diaria, y demás menesteres, a éso de las 7 y cuarto me encuentro con Juan (Superman), con las bicis ya cargadas en el coche. ¡¡¡Pero si el mu cabrón se había acostado más allá de las 3 y pico de la mañana!!! Si es que somos carne de perro, y estamos pa lo que nos echen..., trabajo aparte, que éso es mu malo, y dicen los que lo conocen que afecta a la salud y al estado de ánimo...
Camino para Castala, y allí esperándonos el Blas, ya preparado con todo listo (¿acampaste allí mamonazo?); y sin tiempo para nada aparece el Carpi, con los ojos como platos, moraicos vivos... Y va el colega y dice que si el niño pa´cá, el niño pa´llá... ¡¡de cubalibres que estuviste, cacho perro!! ¡¡Mira que echarle la culpa al pobre niño que no puede defenderse!!...
Bueno, y al momento llega Morales. Viene pinchado y se pone como un poseso a arreglar rápidamente la avería (el mu perro estuvo haciendo piernas por Almería de madrugá con sus torretas de luz para llegar caliente a la ruta, y pinchó... Fue éso lo que pasó... no nos engañes...). Y detrás Lechu, que después de haber dormido un par de horas se presentó allí con una carica de pena que daba lástima y todo (San Marcos hace estragos, pero no puede con nosotros... ¿o sí, Pantani?)
Y los últimicos, el Tomás y Miguel, los cuales no se portaron excesivamente mal la noche anterior y estaban medianamente descansados... éso creo...
EL GRAN MIGUEL
Total, que los ocho a éso de las 8 y 20 más o menos empezamos a subir la pista forestal que nos llevará a las minas.
Se nota que en el ambiente hay una mezcla entre cansancio e incertidumbre a ver lo que nos espera.
Todos vamos pendientes del sobrepeso nuevo del Morales: un superGPS que se ha pillado el colega y está tó guapo. Pero no os preocupeis, que uno de "Los del uno uno" se pierde hasta con aparatos de ésos, no porque no sepamos entenderlos (bueno, no sé que decirte, jeje), sino porque investigamos caminicos que ni en los mapas... Gen aventurero...
El ritmo de subida no es bastante alto, y a éso de los tres kms. alcanzamos a "Los cuñaos" que se habían lanzado a la aventura un ratico antes. Seguimos todos de manera compacta unos cuatro o cinco kilómetros más, y Juan deja entrever en ciertos momentos las ganas que tiene de dar más caña. Yo agazapado. Hay que dosificar que no conozco todo el camino y luego pasa lo que pasa...
Pero como uno se pica con suma facilidad, viendo que queda poco para la llegada a las primeras minas incremento el ritmo kilómetro y pico antes de llegar. Me cuesta calentar, pero cuando lo hago me encuentro bien.
Así que entre risas, historias sexuales (aquí entra la censura) y ratos cortos de sufrimiento llegamos a las minas para hacer la primera parada.
No podemos retrasarnos mucho, pues la ruta va a sar larga y vamos con el tiempo justo... (máldita sean las prisas y los compromisos... Ésto no le pasa a un "Mastrinkais", ¿no Congrio?).
Realmente uno se plantea que en estos pisquilabis surge la auténtica esencia de un montanbiker... (o como coño se escriba). Las historias rozan el surrealismo, las risas y el cachondeo están a la orden del día... Total, que merece la pena pegarse estas palizas para disfrutar con piltrafillas como éstos (recuerdos pa los ausentes).
Vámonos pa´rriba otra vez que no llegamos.
La segunda parte de la subida también es conocida por nosotros. La hicimos la semana pasada, y entre rampas más o menos asequibles llegamos a un falso llano que enlazará con la subida final a las minas de la Estrella. ¡¡El copón bendito cacho subida!! Corta pero jodía. ¡¡Que sufrimientooo!! Pero hay que pedalear que pa éso hemos venío, y el Tomás que es un picao aprieta en los últimos metros. Le enganchó una cuerda a su tija y el bestiajo me remolca hasta el refugio o lo que sea donde pararemos a reagrupar.
Aquí hacemos la parada más larga y el frío pega de cojones. Conozco el sitio por el vídeo "Mastrinkais" de la subida a Nuevo Mundo, y pensar que en poco tiempo de salidas con la "señora" hemos llegado hasta aquí nos "llena de orgullo y satisfacción"... jeje.
Todos resguardados del frío sin corage pa sacar la cabecilla ni tan siquiera para ver si aparecen los cuñaos, reponemos energías a base de higos, almendricas, geles, barritas, potitos y demás mierdas... (ésto tiene que salir por algún lao y yo conozco uno en la parte baja de la espalda..., luego tó el día dale que te pego al tambor).
Aparecen los cuñaos. Extasiados. Hechicos polvo. Y para más inri empezó a nevarles antes de coger esta última subida. Pero se nota que van progresando. A poquita poco.
PARADA EN LAS MINAS DE LA ESTRELLA
La primera gran subida ha terminado: unos 21 kms. más o menos y ahora toca un trozo de llaneo que nos llevará a una laguna natural preciosa, y posteriormente a las inmediaciones de Fuente Alta.
El paisaje es espectacular. Entre pinos y pastos para el ganado (que parece que pace libremente sin pastoreo) encontramos una laguna natural que hace del paraje algo inenarrable. Parece que estemos en otro lado totalmente distinto, y conocer sitios como éstos nos hacen darnos cuenta de la suerte que tenemos de estar en un sitio como Almería: la diversidad es impresionante.
El único atisbo de civilización que encontramos son los montones de leña apilados a los lados del camino y las rodadas de los todoterreno que frecuentan el lugar. Sitios que hay que conocer.
Pero habiendo disfrutado del paisaje, esto de la bicicleta de montaña no te permite muchos respiros y rápidamente nos encontramos la última subida. Pocos kilómetros (¿3 ó 4...? no sabría decir exactamente), pero pa cagarse las patas abajo (aparte de por las porquerías energéticas que llevamos).
Aquí cada uno a su bola, y poco a poco la gente va cayendo como fichas de dominó.
Me voy un poco, cada vez más. Juan y Morales vienen detrás. Lechu, Tomás, Miguel, Los cuñaos... todos por libre.
A Morales hoy se le ve algo mejor (las prisas son motivantes...) y Juan, debido a sus entrenamientos no autorizados sube como un tiro.
Llegamos al cruce de Fuente Alta - Nuevo Mundo. Hace frío. Nieve por doquier. Y la peña ha batido su record de altitud en su corta vida: 2.019 metros... Y Tomás sin empezar a sudar todavía... Etapas light para él...
Un buen rato de espera. Reagrupamos y para Fuente Alta.
LECHU Y JUAN A LAS FALDAS DE NUEVO MUNDO
1er pinchazo: Lechu. 5 minutos más de retraso y ya son casi las una.
Reunión de grupo. Vamos con el tiempo justo los que tenemos prisa ,y no podemos pararnos más. Así que dos opciones: Fuente Alta - Castala por vereda (15 kms.) o Fuente Alta - Celín - Castala (mucho asfalto).
El grupo se divide, y los que tenemos prisa (Morales y el menda) tiramos para Castala por la vereda sin parar pá ná (alguna meailla, mecánica rápida, tragico de agua y poco más). Miguel, Tomás y Lechu siguen el mismo camino que nosotros, pero sin prisas, y parando en Fuente Alta para comer. Y el resto, Blas, Carpi y Juan para Celín y por carretera para Castala.
Así que, sin dejar de mirar el reloj, follaos vivos por la vereda y disfrutando como marranicos en un charco de barro, nos lanzamos Morales y yo por un camino largo, espectacular, difícil en algunos tramos y con una diversidad en cuanto a paisajes inigualable con respecto a otras veredas hechas por nosotros. Sin duda alguna, esta vereda, junto a la 2ª de Los Cerecillos, son las más completas hechas hasta ahora.
La primera parte, salvo un tramo de subida, es rápida, y en éso de 20, 25 minutos, nos lleva a las inmediaciones de Fuente La Mosca. Aquí hay bajadas muy pero que muy empinadas, y en una de ellas la única salida que encuentro pa no estrellarme los sesos es una mata de pinchos. Pinchos como el deo de largos y gordos como la puta que los parió ("lejía pa la boca te hace falta", diría mi madre, jeje). Así que en 0,01 la rueda de alante caput.
Cagontó. 5 minutos. Mecánica rápida. Morales y su mecánica expréss. Y listos para seguir.
Llegamos a Fuente La Mosca y aparece la subida al Cortijo Robles esperándonos con una sonrisa malébola: ¡¡venga valientes, si teneis "güevos" no os bajeis de la bici!!" Imposible. A ver el valiente que la ha hecho sin poner pie a tierra ni una vez. Que hable ahora o calle pa los restos...
Nos bajamos de la bici. Agachamos la cabeza y encabritaos vivos a andar un poquito.
Llegada al Cortijo Robles. 5 minutos para vitaminarse y supermineralizarse. Un poquito de gel, algo de bebida y un cachico sandwich. Seguimos mirando el reloj.
Y hacemos la bajada del Cortijo Robles... ¡¡¡Dios bendito..., estoy negaoooo!!! Otro pinchazo. Morales no lo dice pero se acojona. La única cámara que nos queda está medio pinchada y empezamos a rezar porque llegue al final sin incidentes.
El tramo que viene a continuación es en su mayoría desconocido para nosotros..., y precioso: vereda de menos de un metro de ancho, un tajo acojonante a un lado de la misma, pinos y más pinos a lado y lado, zonas muy sombreadas, y una paz y una tranquilidad impresionantes.
La vereda es para disfrutarla. La hacemos rápida, pero la disfrutamos. Compagina subidas duras con bajadas técnicas, rampas cortas con falsos llanos muy rápidos, y siempre las vistas de la falda sur de la Sierra de Gádor: Dalías y Berja siempre en el horizonte.
Casi estamos llegando a Castala y nos encontramos un puente de madera en un estado casi infranqueable. Acojona. Y hay que pasar guardando mucho equilibrio, evidentemente bajado de la bici y con el canguelo de saber que poner el pie malamente es una ostia del carajo. Pero mola.
Sabemos que estamos cerca de Castala porque volvemos a meternos entre frondosos pinos. Los cruces de veredas se hacen frecuentes, y las dudas en torno a cual coger empiezan a aparecer, pues en el GPS no aparecen todos. Vamos con prisa, pero estamos dentro del tiempo (pobres ilusos... con la que nos esperaba...).
Y ya si que hacemos la última bajada. Es muy rápida. Limpia. Curvas de 180º. Frenos a tope. Bloqueados... Lo que me gusta. Subidón de adrenalina. Hay que volver a hacerla, y no muy tarde.
Así que a las 2 y media más o menos estamos en los coches. Ahora si que disfrutamos la etapa. Sabiendo que estamos en una hora lógica de llegada la satisfacción es mayor, y tanto Morales como yo parecemos niños chicos comentando detalles de la jornada. Ha sido bestial.
¿Por dónde irán los demás? ¿Habrá pasado Tomás el puente sin bajarse de la bici? ¿Estará el Lechu debajo de un pino durmiendo la resaca? ¿Analizará Miguel los cambios de temperatura de la zona en su afán por los aspectos metereológicos? ¿Seguirán comiendo asfalto Blas, Carpi y Juan? Dudas que despejaremos pronto...
Así que, "llamadita del amor" del Morales (saludos "Mastrinkais")... e intento de salida de Castala: nos paran "los de verde". Hay carrera de coches y no salimos hasta que acabe. Carretera cortada. El cielo cae encima nuestra. Los "güevecillos" del Morales peligran y yo no llego para mis asuntos... La hemos cagao.
Pues a esperar. A amargarnos. Pero hay que tomárselo con filosofía... Siempre nos quedará "San Miguel"...
Empiezan a llegar los demás del grupo..., y ¿qué es lo que hace uno de "Los del uno uno" en un momento de relajación y disfrute con los amigos?: pues beber cerveza. A ahogar los agobios por las prisas con la amiga "San Miguel"... ¿Qué hacer si no?
Así que imaginarse la estampa: sentaos en mitad de la carretera 6 tíos en mallas bebiendo cerveza, comiendo pataticas, apoyaos en el coche de los picoletos y riéndonos de Dios y su madre... un show... No tenemos remedio...
¡¡ALTO A LA GUARDIA CIVIL!!
Pero bueno, al final nos dieron paso y la anécdota queda para los anales.
Por lo tanto, después de más de 6 horicas encima de la bici hemos hecho un etapón de órdago. Cincuentimuchos kilómetros (unos 53 más o menos), habiendo llegado a los 2.000 metros de altitud, conocido veredas, subidas y parajes aún desconocidos, y haciendo de esta peña un grupo de bikers con mucha afición y cachondeo...
Ala, que no doy más por saco, y mandando un saludo a los que están lesionados, a los que no, a los ausentes, a los que se escaquean, a los que tienen resaca, a los que la tienen pero vienen, a los que les van a castigar, a los que no, a los irreductibles..., a todos... sólo una cosa más...
Nos vemos... si nos miramos...
P.D.: Ya tenemos datos exactos de la etapa. Nos estamos profesionalizando. Así que pinchad con el ratón encima del gráfico que tenemos a continuación y acojonaros con números, datos, tiempos, y demás cosas pa perder la cabeza... Y todo gracias al SuperMorales... Eres un crack (me llevabas con la lengua fuera por la vereda, mamonaso).
