Hola ti@s,
Toda la semana anunciando la super-etapa de este sábado y las previsiones se hicieron realidad: era un día pa valientes. No por el tiempo, que se ha portado de lujo, sino por la dureza de la etapa. Hasta ahora la más dura en nuestro pequeño historial.
Así que salimos a las 8 en punto de la puerta del pabellón Tomás, Morales, Javi, Juan y el menda (las legañas parecía que se me habían pegado con super glue). Nos echamos a pedalear acordándonos de los ausentes, perdón, de las cucarachas... ¡¡¡no valeis pa ná!!! Yo con el menisco chungo y el Morales con la mano infiltrada y como campeones, a echarle huevos.
SALIENDO DE EL EJIDO
Directos para Carmona, para recoger a Álvaro, un "Peñas Negras" que se venía con nosotros de paseo (éste no repite pá no aburrirse, no veas como subía el ioputa). Uno cogiendo moral viendo que subes bien, que llevas buena cadencia, y llega un animal de éstos y te deja la moral por los suelos.
Total, que rambla del Águila para arriba por carretera asfaltada hasta llegar al camino que nos llevará a los pies del Peñón de Bernal. Y es entonces cuando mi bici empieza a hacer unos sospechosos ruiditos... que si el eje pedalier, que si mi rodilla que va chunga... calla, calla, empezaba a ponerse en marcha mi arma secreta: el carburador de mi mondraker empezaba a calentar y los pistonazos despistaban al personal (Morales, Álvaro, tanta experiencia y no sabeis diferenciar entre un eje pedalier a punto de morir y la puesta a punto de mi motorcito... si es que no pue ser).
CAMINO AL PEÑÓN DE BERNAL
Las primeras rampas del peñón (los muertos del que hizo la carreterita, todos los días lo ponía yo a subirla y bajarla con sacos de cemento a la espalda). Tomás acelera, Álvaro de paseo sin darse cuenta que lleva a Javi asfixiado, Morales y Juan como pueden... : el rosario de la aurora (putos dos kms., y encima nos enteramos que la mayoría de la gente los sube en plato mediano: ¡¡¡cagoentó!!! Salir con esta gente te hace polvo).
A mitad de subida nos encontramos con Carpi (estará flipando todavía con las rutillas que le preparamos). El canalla había salido por lo menos una hora antes para cogernos ventaja, aunque yo creo que acampó a las faldas del peñón para salir bien temprano, jeje.
Camino a la Fuente el Tartel para nuestra primera parada (ya se hacía de rogar). Allí llenamos los botellines, aunque yo me muero de sed antes que beber ahí: una peste del carajo, ranas muertas..., condiciones idóneas para tirarte una semana con un dolor de culo de la hostia de la cagalera que te entra. Pero bueno, dijimos que ésto era para valientes, así que se rellenan botellines, se come algo, unas foticos y para arriba.
LOS DEL UNO UNO + ÁLVARO (PEÑAS NEGRAS)
ALGUNO VA SOBRAO...
El Morales está en su salsa. Por fin encuentra a alguien que le siga el juego con ese idioma entre chino mandarín y vietnamita que utilizan (vaya nombrecitos le ponen a las piezas de la bici, yo es que ni me entero).
A partir de la fuente la cosa se anima: Tomás vuelve a apretar (si es que se pica mucho el artista y luego pasa lo que pasa) y se va solico, y cuando estamos en nuestro mundo comentando el día, un colega de Huercal nos pasa como una moto. Éste si que anda; sube que se las pela, con una cadencia digna de ver (el poco tiempo que lo vemos, porque deja una nube de polvo de la hostia), lo que hace que Álvaro se deje de tonterías y tense cadena (yo creo que estaba hasta las pelotas de nuestro ritmo, ya había hablado de sus cosas con el Morales, y ya tocaba sudar un poco).
Algunos empiezan a buscar ayudas extras con el tema del doping, y Morales entra en estado de shock cuando descubre que le han desaparecido sus geles mágicos (lo reconozco, te los quité yo. No puedo con la idea de que me pilles subiendo. Ya tengo bastante con perderte de vista bajando).
El grupo se rompe: Álvaro a la captura del bicharraco de antes, Tomás detrás, yo a por éste, y Juan, Javi y Morales en el pelotón de cola, controlando el tiempo para no llegar fuera de control.
Por tanto, después de una subida larga, llegamos hasta el cortijo para disfrutar de un sol que quema. Segunda parada. Y las armas secretas no se limitan a aspectos técnicos como la preparación de mi mondraker. Aparecen armas más efectivas: bocatas de jamón y tapper llenos de tortillas de patatas y cachos de engañifa... ¡¡¡Lo pagareis cabrones!!!
LOS VALIENTES
ARMAS SECRETAS...
Allí nos encontramos con más gente: tres bikers de Enix, dos "Peñas Negras" que ni se paran... La gente empieza a reconocer el terreno para la Maratón.
Nos ponemos en marcha y ya vamos un poco a tientas. No sabemos exactamente por dónde es, así que en un momento de brillantez (me abstengo de atribuirle el mérito a nadie), nos metemos por una vereda de piedra suelta, más sucia que el vater de una galolinera, en la que andamos todo el camino intentando encontrar la pista que nos lleve a Fuente Alta. ¡¡¡Un mojón!!! Ni pista ni ná: un vancal más perdío que Adán en el día de la madre. Después de 20 minutos subiendo a pie, con los gemelos por las ingles, nos damos cuenta que no, que nos hemos perdido, que hay que volverse...
Pero que guapa la bajada: difícil, mucha piedra, mucha pendiente, aunque se nos hace corta, pero disfrutándola y compensando el fiasco de habernos liado.
ESOS CAMINOS DE DIOS
PARA ARRIBA Y A PATITA
JAVI, ¡¡CÓMO BAJAS CANALLA!!
Este inconveniente hace que nos retrasemos mucho y decidamos no subir por el cruce de Fuente Alta, así que llegamos hasta Clavero para hacer sus senderos de bajada.
Tomás y Juan tiran por la pista, y Javi, Morales y yo por las veredas. David, Boluko, Nayo, ¡¡¡Como disfrutamos!!! De las veces que las hemos hecho, ésta ha sido la más rápida, la más arriesgada y en la que como siempre ha habido piñas. Pocas, pero que piñas...
Una para reir... y otra para llorar... ¡¡¡Qué susto me has pegado Morales!!! Has vuelto a nacer perrako.
La primera es que hay que contarla, no puedo resistirme (aceptaba chantaje, pero no me ofrecisteis nada convincente): el Morales echa pie a tierra y cuando menos se lo espera aparece Javi por detrás y se lo lleva por delante: bicis, piernas, brazos... todo allí mezclado. Morales con cara de susto (¡¡Qué coño ha pasado!!), Javi diciendo que ya era raro que no besara suelo, y yo con un dolor de riñones acojonante (de reir, claro).
Y la segunda: madre del amor bendito. Esa piedra la tenemos todos entre ceja y ceja. Vamos, que no hay pantalones. Y Morales lo avisa: hoy la paso. Monstruo, pasarla la pasaste pero no te diste cuenta que más alante había otra contra la que frenaste en seco. Pobrecico. A punto de partir el casco, el brazo sollado entero, condolido por todos lados..., pero lo más importante intacto: la KTM score 3.0 vale su precio: ni un rasguño.
Asustados por la piña bajamos hasta Dalías, hacemos la última parada en la plaza de la Iglesia y regresamos por la carretera general por falta de tiempo.
Íbamos con la idea de hacer el recorrido de la Maratón. No pudo ser el mismo de una manera exacta, pero nos hemos pegado unos 60 km. y unas 6 horas estupendas, sufriendo, disfrutando, riendo y acojonándonos con la piña del Morales.
No me jodais con que tengo agujetas, que si vaya pasada, ni ná de ná..., esta semana el miércoles salgo a las 7, en el lugar de kedada, que hay que ponerse fuertes que estamos echos unos piltrafillas...
Canallas, un saludo y nos vemos... si nos miramos...
Toda la semana anunciando la super-etapa de este sábado y las previsiones se hicieron realidad: era un día pa valientes. No por el tiempo, que se ha portado de lujo, sino por la dureza de la etapa. Hasta ahora la más dura en nuestro pequeño historial.
Así que salimos a las 8 en punto de la puerta del pabellón Tomás, Morales, Javi, Juan y el menda (las legañas parecía que se me habían pegado con super glue). Nos echamos a pedalear acordándonos de los ausentes, perdón, de las cucarachas... ¡¡¡no valeis pa ná!!! Yo con el menisco chungo y el Morales con la mano infiltrada y como campeones, a echarle huevos.
SALIENDO DE EL EJIDODirectos para Carmona, para recoger a Álvaro, un "Peñas Negras" que se venía con nosotros de paseo (éste no repite pá no aburrirse, no veas como subía el ioputa). Uno cogiendo moral viendo que subes bien, que llevas buena cadencia, y llega un animal de éstos y te deja la moral por los suelos.
Total, que rambla del Águila para arriba por carretera asfaltada hasta llegar al camino que nos llevará a los pies del Peñón de Bernal. Y es entonces cuando mi bici empieza a hacer unos sospechosos ruiditos... que si el eje pedalier, que si mi rodilla que va chunga... calla, calla, empezaba a ponerse en marcha mi arma secreta: el carburador de mi mondraker empezaba a calentar y los pistonazos despistaban al personal (Morales, Álvaro, tanta experiencia y no sabeis diferenciar entre un eje pedalier a punto de morir y la puesta a punto de mi motorcito... si es que no pue ser).
CAMINO AL PEÑÓN DE BERNAL
Las primeras rampas del peñón (los muertos del que hizo la carreterita, todos los días lo ponía yo a subirla y bajarla con sacos de cemento a la espalda). Tomás acelera, Álvaro de paseo sin darse cuenta que lleva a Javi asfixiado, Morales y Juan como pueden... : el rosario de la aurora (putos dos kms., y encima nos enteramos que la mayoría de la gente los sube en plato mediano: ¡¡¡cagoentó!!! Salir con esta gente te hace polvo).
A mitad de subida nos encontramos con Carpi (estará flipando todavía con las rutillas que le preparamos). El canalla había salido por lo menos una hora antes para cogernos ventaja, aunque yo creo que acampó a las faldas del peñón para salir bien temprano, jeje.
Camino a la Fuente el Tartel para nuestra primera parada (ya se hacía de rogar). Allí llenamos los botellines, aunque yo me muero de sed antes que beber ahí: una peste del carajo, ranas muertas..., condiciones idóneas para tirarte una semana con un dolor de culo de la hostia de la cagalera que te entra. Pero bueno, dijimos que ésto era para valientes, así que se rellenan botellines, se come algo, unas foticos y para arriba.
LOS DEL UNO UNO + ÁLVARO (PEÑAS NEGRAS)
ALGUNO VA SOBRAO...El Morales está en su salsa. Por fin encuentra a alguien que le siga el juego con ese idioma entre chino mandarín y vietnamita que utilizan (vaya nombrecitos le ponen a las piezas de la bici, yo es que ni me entero).
A partir de la fuente la cosa se anima: Tomás vuelve a apretar (si es que se pica mucho el artista y luego pasa lo que pasa) y se va solico, y cuando estamos en nuestro mundo comentando el día, un colega de Huercal nos pasa como una moto. Éste si que anda; sube que se las pela, con una cadencia digna de ver (el poco tiempo que lo vemos, porque deja una nube de polvo de la hostia), lo que hace que Álvaro se deje de tonterías y tense cadena (yo creo que estaba hasta las pelotas de nuestro ritmo, ya había hablado de sus cosas con el Morales, y ya tocaba sudar un poco).
Algunos empiezan a buscar ayudas extras con el tema del doping, y Morales entra en estado de shock cuando descubre que le han desaparecido sus geles mágicos (lo reconozco, te los quité yo. No puedo con la idea de que me pilles subiendo. Ya tengo bastante con perderte de vista bajando).
El grupo se rompe: Álvaro a la captura del bicharraco de antes, Tomás detrás, yo a por éste, y Juan, Javi y Morales en el pelotón de cola, controlando el tiempo para no llegar fuera de control.
Por tanto, después de una subida larga, llegamos hasta el cortijo para disfrutar de un sol que quema. Segunda parada. Y las armas secretas no se limitan a aspectos técnicos como la preparación de mi mondraker. Aparecen armas más efectivas: bocatas de jamón y tapper llenos de tortillas de patatas y cachos de engañifa... ¡¡¡Lo pagareis cabrones!!!
LOS VALIENTES
ARMAS SECRETAS...Allí nos encontramos con más gente: tres bikers de Enix, dos "Peñas Negras" que ni se paran... La gente empieza a reconocer el terreno para la Maratón.
Nos ponemos en marcha y ya vamos un poco a tientas. No sabemos exactamente por dónde es, así que en un momento de brillantez (me abstengo de atribuirle el mérito a nadie), nos metemos por una vereda de piedra suelta, más sucia que el vater de una galolinera, en la que andamos todo el camino intentando encontrar la pista que nos lleve a Fuente Alta. ¡¡¡Un mojón!!! Ni pista ni ná: un vancal más perdío que Adán en el día de la madre. Después de 20 minutos subiendo a pie, con los gemelos por las ingles, nos damos cuenta que no, que nos hemos perdido, que hay que volverse...
Pero que guapa la bajada: difícil, mucha piedra, mucha pendiente, aunque se nos hace corta, pero disfrutándola y compensando el fiasco de habernos liado.
ESOS CAMINOS DE DIOS
PARA ARRIBA Y A PATITA
JAVI, ¡¡CÓMO BAJAS CANALLA!!Este inconveniente hace que nos retrasemos mucho y decidamos no subir por el cruce de Fuente Alta, así que llegamos hasta Clavero para hacer sus senderos de bajada.
Tomás y Juan tiran por la pista, y Javi, Morales y yo por las veredas. David, Boluko, Nayo, ¡¡¡Como disfrutamos!!! De las veces que las hemos hecho, ésta ha sido la más rápida, la más arriesgada y en la que como siempre ha habido piñas. Pocas, pero que piñas...
Una para reir... y otra para llorar... ¡¡¡Qué susto me has pegado Morales!!! Has vuelto a nacer perrako.
La primera es que hay que contarla, no puedo resistirme (aceptaba chantaje, pero no me ofrecisteis nada convincente): el Morales echa pie a tierra y cuando menos se lo espera aparece Javi por detrás y se lo lleva por delante: bicis, piernas, brazos... todo allí mezclado. Morales con cara de susto (¡¡Qué coño ha pasado!!), Javi diciendo que ya era raro que no besara suelo, y yo con un dolor de riñones acojonante (de reir, claro).
Y la segunda: madre del amor bendito. Esa piedra la tenemos todos entre ceja y ceja. Vamos, que no hay pantalones. Y Morales lo avisa: hoy la paso. Monstruo, pasarla la pasaste pero no te diste cuenta que más alante había otra contra la que frenaste en seco. Pobrecico. A punto de partir el casco, el brazo sollado entero, condolido por todos lados..., pero lo más importante intacto: la KTM score 3.0 vale su precio: ni un rasguño.
Asustados por la piña bajamos hasta Dalías, hacemos la última parada en la plaza de la Iglesia y regresamos por la carretera general por falta de tiempo.
Íbamos con la idea de hacer el recorrido de la Maratón. No pudo ser el mismo de una manera exacta, pero nos hemos pegado unos 60 km. y unas 6 horas estupendas, sufriendo, disfrutando, riendo y acojonándonos con la piña del Morales.
No me jodais con que tengo agujetas, que si vaya pasada, ni ná de ná..., esta semana el miércoles salgo a las 7, en el lugar de kedada, que hay que ponerse fuertes que estamos echos unos piltrafillas...
Canallas, un saludo y nos vemos... si nos miramos...
