Hola tí@s,
Si se le dice a alguien que un pleno verano, en mitad de la sierra, y con un calor del carajo, son capaz de juntarse más de 20 bikers premeditadamente, una de dos, o la etapa merece la pena, o esta gente está "zumbá" viva y le gusta pasar calor de lo lindo...
Pues así fue. Ambas cosas.
La semana venía precedida por la kedada de "Almería MTB". Allí entre charlas, comentarios y demás conversaciones, pues había que poner los dientes largos a la gente y, aparte de dar a conocer nuestra peña, teníamos que hablar sin más remedio del "Aguadero".
Para nosotros es lo más de lo más, y a pesar de haberla hecho sólo dos veces, nos parece un descenso completo; y si encima puedes partirte la caja viendo a algún colega despeñao por esos lares, pues mejor. ¡¡Quién no recuerda los "afeitados" de David o los batacazos de "los primos"!! (Sin consecuencias, pero memorables).
Así que con estos precedentes la cosa empezaba a oler a superkedada, y si tenemos en cuenta que yo iba a "estrenar" bici doble, pues el éxtasis podía ser total...
El sábado empezó bien tempranico, y con unas cuantas horas de sueño, ya estabamos Juan y yo a las siete de la mañana esperando a Carpi para cargar las bicis y tirar para Laujar.
Siete y cinco, siete y diez, siete y cuarto... ¡¡cagontó, que este tío no viene!! Pero sí, apareció... "¿Dónde te metes criatura?"
Ir a Laujar a esas horas, en ese coche, y tener que estar allí a las ocho no significaba otra cosa nada más que llegar tarde...
Pero claro, tenía escusa: nuestra equipación tiene efecto laxante sobre la gente. Ya hay varios casos, científicamente demostrados, en los que hay una relación proporcionalmente directa entre enfundarse la equipación y la aparición de ganas por visitar el WC... A los hechos me remito...
Cargamos bicis (yo echo la Mondraker por si acaso Lechu aparece y se la tengo que dejar...), le echamos la bulla a Carpi, y pie a fondo dirección Laujar.
Llegamos dentro del horario previsto, y teniendo en cuenta que Boluko viene hoy, no tememos llegar los últimos.
¡¡Panzá gente hay ya!! Por lo menos quince... y los que faltaban por llegar... Y no conocía ni a la mitad, jeje.
Había gente de los Peñas Negras, Diego de los "Geos", bikers de los "Dondebike", Pepe, Amancio, más y más bikers (perdonad que no recuerde los nombres, un capón para mí), y, por supuesto, los habituales cucarachas... Aunque el día hubiese sido completo si prototipos de descender como Pantani y Lechu, y echos polvo de la cabeza como David nos hubieran acompañado. Siempre los tendremos en el recuerdo... Pantani de concierto, David pillando olas y Lechu estudiando no sé que parida de derecho o algo así... (que sepas que te voy a preguntar el tema, y como no te lo sepas la vamos a tener...).
PREPARANDO LA SALIDA: ¡¡grandes esos Peñas Negras!!
Así que entre unas cosas y otras, ajustes de la bici, presentaciones y demás, sobre las 8 y media en ruta.
Por ahora 16 dando pedales. Diego se queda en los coches esperando a la gente de Dirty Bike (creo). Y nosotros para arriba.
Voy experimentando las sensaciones de ir montado en una doble. Me siento cómodo, acoplado a la bici estupendamente, aunque las cervecicas y los rones de hace un rato pesan en mis piernas.
Subimos tranquilamente, incluso un poco lentos. Los Peñas Negras y unos cuantos bikers más, a pesar de no poner un ritmo alto, se despegan rápidamente, y en un plis-plás el grupo se divide.
Morales está ausente, refunfullando continuamente "¡qué pocas ganas tengo hoy! ¡me pesan las piernas!..."; Juan con su retahila de todos los días "¡hoy no me encuentro bien! ¡tengo que entrar en calor!.."; yo, con falta de aire, emulando situaciones venideras camino al Veleta; Javi cogiendo forma después de sus borracheras en Punta Cana...; pero el Carpi está delante, representando a "Los del Uno Uno" (hoy sin friki-mochila... ¡Rajao!).... El mundo al revés...
Conclusión: "Los del Uno Uno", en todas las kedadas cerrarán el grupo, no por falta de fuerzas, no por superioridad de los demás..., simple y llanamente por no querer dejar a nadie tirado... Hay que enseñar a la gente el camino, que no se pierda, que no se sienta sola..., jejejeje...
La subida hasta el Aguadero directamente (sin pasar por Los Cerecillos), nunca la hemos hecho, pero el camino si lo conocemos. Las rampas son continuas, y salvo el primer tramo de caracoleo abandonando el río, lo demás no es demasiado exigente, pero éso sí, no te da respiro.
El grupo se ha dividido claramente. Arriba cinco o seis bikers (Peñas Negras, Pepe...). Detrás los "dondebike", y unas cuantas cucarachas. Morales haciendo la goma, estirándola demasiado, sufriendo en soledad... Y un poco más atrás el resto con Javi, Tomás, Carpi, Boluko, Amancio...
¡¡ESE AMANCIO!!
El sufrimiento de las subidas se intenta paliar charlando con la gente, maldiciendo a los ausentes..., pero la obsesión por los ruiditos, sumada a mi ignorancia sobre todo tipo de temas de bicicletas, me contagia... Ya no es Morales el único obseso por éstos. Estoy infectado. Oigo chirridos de todos lados, caliento la cabeza de una forma sobrehumana a Morales y Boluko... Yo creo que por ésto se quedaron detrás mía, para no escucharme..., jejeje (pero la Jamis va de vicio, a pesar de llevar cubiertas de moto...).
Los kilómetros van avanzando, y Tomás se úne a nosotros. Todavía le hacen efecto las sustancias dopantes del finde pasado, y hoy hace de F18 dándonos una pasada brutal viniendo de atrás...Y cuando pasa algo de ésto y Juan no entra al trapo, malo... A ver si va a ser verdad que está "tocao"... Pero Tomás se compadece de nosotros y afloja para esperarnos...¡¡Vacilón!!
TOMÁS PREPARANDO EL ATAQUE...
Así que, poco a poco, nos acercamos al cruce para llegar hasta la cascada donde haremos la parada del día. Nos desviamos a la derecha.
Empiezan los "falsos llanos invertidos", y aunque este terreno es más llevadero, de vez en cuando hay un pequeño repecho que te corta el ritmo, pero nada del otro mundo para unas cucarachas...
Ya estamos en la cascada. El chorro de agua es inferior a la última vez que estuvimos por aquí, pero el entorno sigue siendo espectacular.
Los que habrían grupo llevaban un buen rato por allí, y hasta les dio tiempo a echar una siestecica. "Los del Uno Uno" no somos muy fuertes, pero vamos a tós laos..., a nuestro ritmo, pero a tós laos...
Dieciseis criaturas allí parados. Aprovechamos para comer, reponer energías, refrescarnos..., y yo solicito la ayuda de Emilio (Peñas Negras) para que le eche un vistazo a mi freno delantero. Dos minutos después mi problema está solucionado. ¡¡Vaya crack!!
Y llega Diego con otro bikers. Ya somos dieciocho. ¡¡Impresionante!! Y anuncia la llegada por el camino de 7 ú 8 más... Pero éstos tardarán en llegar. Son descender puros y suben un poco más lentos.
PARADA EN LA CASCASA
Echamos unos fotillos y más de uno empieza a divagar buscando utilidades al sillín hidraúlico que lleva el pavo que viene con Diego... Los ojos como platos se les ponen a algunas, "Bendita tija", piensan otras...¡¡¡Salid del armario julandrones!! ¡¡Pedid la vaselina pa´resbalar al Morales!! Que aquí somos tolerantes y aceptamos a cualquiera...
Mariconadas aparte, hay que seguir para arriba.
El tramo hasta el comienzo de la vereda es corto, pero tiene un polvo. Creo que las mayores pendientes del día, y el uno uno, entra en acción. Ponemos el molinillo en acción y para arriba.
La verdad es que impresiona ver a tanta peña junta dando pedales. ¡¡Hasta los coches se apartaban del camino a nuestro paso!!
ÚLTIMAS RAMPAS...
Y llegamos al inicio de la vereda. Aquí Juan abandona el grupo. Hoy no puede arriesgar, y un viaje a Punta Cana bien vale perderse el Aguadero... o no... jejeje.
Hay que empezar. Vamos saliendo según el nivel que tenemos en el descenso: Emilio, David y Álvaro(Peñas Negras) abren camino; Diego y su colega detrás; Javi y yo nos incrustamos por allí en medio; Morales, Tomás, Boluko... poco a poco vamos saliendo todos... Y ya estamos más cerca del Aguadero.
INICIO DE LA VEREDA
La Jamis en acción. Vaya lujo. Diferencia de frenado con la Mondraker, las curvas se trazan de otra manera, no hay rebotes incómodos en la parte de atrás... Voy bajando más rápido que nunca.
La primera zona es rápida pero corta. Llegan curvas y contracurvas bastante cerradas y con gran pendiente. Pues por ahí tira la Jamis..., y detrás, sin despegarse, Javi.
No hay diferencias con la gente de delante. ¡¡Increible!!
Y llegamos al barranco. Y como todo lo bueno se hace esperar, todavía queda un ratillo para comenzar lo realmente bueno, así que ahora toca pedalear para arriba, e incluso echarse la bici a cuestas...
Ahí está el Aguadero. Las babas empiezan a caernos previniendo lo que vamos a disfrutar. Pero hay que esperar. Boluko y Morales se quedan por detrás "reparando" no sé que cosa. En la soledad del monte, cuando hay un mínimo silencio en nuestras conversaciones de espera, se escuchan gemidos y lamentos no muy lejos de allí... A pesar de que Morales llevaba la vaselina, nos quedamos más tranquilos al ver que el sillín hidraúlico está con nosotros..., pero a pesar de éso, el momento de intimidad se alarga... ¡¡Viva el amor libre!!
ESPERANDO A LOS ENAMORADOS
Cuando se junta mucha gente para una ruta, a pesar de que ésta pueda ser corta, los tiempos de parada son más largos, por lo que unos cuantos bikers deciden empezar el descenso. Nosotros esperaremos a los enamorados...
Y nos tiramos para abajo. Primera zona rápida, siguiendo el curso natural que el agua ha llevado durante años y años. Zonas peraltadas, camino estrecho, trazadas rápidas... y Javi detrás mía.
Se intercalan zonas rápidas con zonas un poco técnicas, pero aún no demasiado.
Hay zonas donde la vereda se puede coger por varios sitios, y la Jamis, acostumbrada a las manos de su dueño, siempre tira por el peor..., pero siempre lo pasa...
Cambiar a una doble, habiendo bajado siempre con una rígida, es un cambio brutal, y de ahí el descenso que estamos haciendo.
Lo recuerdo mucho más cómodo que el anterior, con apenas sustos, trazando siempre de una manera limpia, y sin ir a un ritmo de locos, éste es mayor que la vez anterior.
El Aguadero tiene tal variedad en sus veredas, combina tanto las zonas técnicas con las sinuosas, con las rápidas, que la única manera de imaginarlo es lanzándose a través de él, experimentando las trileras que te encuentras, los saltos en el camino... Una gozada...
Por delante no sé como va el marcador, pero por detrás, sumando la caída de Javi (que mal sonó el castañazo), la de Carpi con sus tiros al poste, la de Morales echando la culpa a su "Talas", y algún que otro susto más de alguna cucaracha, la cosa va igualada. Nadie se despega del marcador, aunque creo que hoy "Los del Uno Uno" han perdido en cuanto a las caídas, jeje.
Llega la última zona de bajada, la más complicada, y todavía Javi y yo estamos flipando con el descenso que estamos haciendo. Por suerte nadie iba detrás de Javi para contemplar esas curvas con la pierna fuera de "The Doctor"... Lástima...
Esta última zona es la prueba de fuego para la Jamis, y la pasó con nota. No me hizo descabalgar un ninguna ocasión, y el menda la pasó enterica sin poner pie a tierra... (hasta yo no me lo creo... pero fue así).
Y el día de mountain bike acaba. Han sido pocos kilómetros que se compensan con lo que veníamos a hacer: bajar el Aguadero, y si encima ha sido en compañía de un buen número de bikers, pues mejor.
Estando montando las bicis en los coches aparecen los "descender". Tipos equipados hasta los ojos, con bicharracas preparadas para la situación, y, creo, que con la cabeza un poco tocá, jejeje, que acudieron a la convocatoria de "Los del Uno Uno"... (sería para verlos Aguadero abajo...).
Así que, esperemos que podamos enganchar a algunos de los que han venido hoy para otras salidas, pues el cachondeo y el buen ambiente está garantizado, y siempre podremos comentar los escarceos amatorios de más de uno...
Chavales, espero hayan disfrutado, y recordad...
Nos vemos... si nos miramos...
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