Hola tí@s,
Pues sí, íbamos con la idea de tomarnos un sabadete algo de tranqui después del tute del domingo pasado en la maratón, y planeamos una etapa corta y todavía desconocida para nosotros: la subida a "La Sierrecilla".
Algunos osados plantearon la ruta Castala - Fuente Alta (va a tener razón Miguel y cierto personaje de Adra se mete en cámaras hiperbáricas, se hace transfusiones de sangre o se inyecta quesitos de jabalí concentrados, porque si no...), pero debido a informaciones acerca del estado del lugar (seguramente nevado), y más en concreto a la muestra de autoridad por parte de Javi (¡¡algo light, joder!!), decidimos explorar (nunca mejor dicho) la subida a "La Sierrecilla".
Por tanto, a las 8:30 con la puntualidad de costumbre estábamos preparados los siguientes bikers:
Con su "Katy" cañera, y procedente de los bajos fondos de Carmona: el Morales...
Provisto de un mp4 hipermegapotente volviéndonos la cabeza como locos: el gran Jorge...
Con la congoja típica del principiante, y pensando a ver dónde me quedo (aguantaste como un campeón): el Blaje...
Con una noche de fiesta y de cubalibres en el cuerpo y una resaca muy bien llevada en honor a Pablo: Superman...
Ingeniando nuevas tácticas de "pillasombras" y "chuparruedas": el mítico Pantani...
Con el carrito del Mercadona atiborrado de barritas, geles, potitos y demás sustancias alimenticias: nuestro "BioTomás"...
Oriundo de las inmediaciones del río Adra con un archivo fotográfico que quita el hambre y escuece el orto: Miguel...
Arrastrando problemas de rodilla pero con un par de huevos y más ganas que nadie (y con clinex en el bolsillo): Javi...
Y con su dama azul, los guantes bien puestos y esta vez sin plátanos: el que suscribe...
PREPARAOS PA LA GUERRA
Así que planteada la alineación, nos ponemos en marcha por las calles de El Ejido, y tiramos por la subida que hacen los Peñas Negras: enlazamos con la rambla del Bujo no por la carretera de Pampanico, sino entre invernaderos y caminos flanqueados por unos cuantos perros (sabeis mi punto débil e intentais explotarlo, mamonazos).
SALIENDO DE EL EJIDO
Pero claro, como esta peña de normal no tiene nada, pues las incidencias acontecen nada más empezar: y entre la estupenda memoria de Miguel (mira que olvidarse el casco...), y las prisas por adelantar terreno de "los cuñaos", pues 10 minuticos perdíos...
La subida por la rambla se hace recordando las incidencias de la maratón y el buen rollo hasta la fecha que domina el grupo, se desvanece cuando empiezan los tiras y aflojas sobre el orden de llegada a meta (Javi, Pantani seguro que te hizo la pirula, y como es costumbre en él, te atacó en los últimos metros..., no hay manera con este personaje).
¡¡LLEGUÉ YO PRIMERO!!
RAMBLA DEL BUJO
Así que, con la adrenalina por las nubes por el susto del "perrico de la rambla" (algún día le hecho una barrita del Tomás y seguro que le entra una diarrea que se queda en el sitio el mu ioputa), cogemos el desvío para "La Sierrecilla".
Se compaginan subidas por asfalto con trozos de pista, y entre Juan Y Morales (los únicos que medianamente conocen el lugar) lideran el grupo. Pero claro, justo que haya dos para que haya división de opiniones; por lo que, evidentemente, nos hacemos un lío y nos equivocamos de camino (salir pa no perdernos, es tontería..., por lo menos para uno de "Los del uno uno").
El error es fácilmente subsanado y con las ideas más claras, aprovechando la señalización de la maratón, cogemos el camino correcto.
Y la primera en la frente: ¿algo light?... vaya kilometrico apañao hasta la primera parada: rampas cementadas, rampas con piedra muy suelta, pie a tierra en varios lugares..., pero esta subida se hace corta y llegamos a un cortijo donde hacemos la primera parada.
RAMPAS DE "LA SIERRECILLA"
Por primera vez en nuestra corta historia todo el grupo llega junto: ¡¡ole por los cuñaos!!
Unas fotos, unas risas, unas pajillas (uy, perdón..., porque no había peluches que si no...), y vuelta a la ruta (vale Javi, me gusta varear olivos a porrazos con el brazo, ¿y qué?).
"LEYENDO REVISTAS"
Seguimos el camino por estos parajes contemplando perspectivas de la Sierra de Gádor nunca antes vistas por nosotros. La estampa de Dalías sobre las faldas de la montaña vistas desde este lugar son preciosas: un aliciente estupendo para practicar este deporte.
DALÍAS Y LA SIERRA DE GÁDOR
Pero claro, lo bueno y el tiempo para disfrutar del paisaje se acaba pronto y las rampas aparecen. Hoy me encuentro sobrao y aprieto en cada rampa, contemplando a lo lejos la estampa de mis coleguillas arrastrándose tal cucarachas derrotadas (jeje, permitidme esta licencia pero es que hoy era mi día).
Es una ruta corta en kilómetros, pero distinta a las conocidas hasta ahora, pues tiene rampas duras seguidas de descansos pequeños que hacen de la etapa una auténtica rompepiernas.
Las veredas de bajada se acercan y a más de uno se le ponen los dientes largos, y Javi empieza a ver una pequeña luz en el túnel después de sufrir como nunca a causa de su maltrecha rodilla (si te la hubieses cortado antes de empezar a subir, no te hubiese dado tantos problemas, seguro).
MORALES SUFRIENDO CON SIERRA NEVADA AL FONDO
Pues éso, a bajar. El Morales abre grupo y se nota que "Katy" se defiende bastante bien en estos terrenos. A continuación Javi, Nayo y el menda.
La bajada tiene tramos complicadillos, otros rápidos, tramos llanos donde las piedras que hay que librar no te dan tiempo a recuperar... Paramos para reagrupar y vemos cosas nunca vistas hasta la fecha: Juan baja subido en bici (así coño, ya verás como poco a poco lo consigues), a Jorge hasta se le ve con soltura (casi hace un caballico bajando y tó... un fuera de serie, vamos)... Pero claro, alguien tiene que estrenar el suelo y, obviando los leves aterrizajes de Superman y Miguel subiendo, Blas hinca la rueda de alante en una piedra y al suelo, pero nada importante.
Otra vez manos a la obra y llegamos al punto avisado por Morales: "su piedra II". Ésta no quiere bautizarla (hoy no llevaba la vaselina para resbalar) y la pasa pie a tierra. Y surge un problema para mi: estoy cogiendo bastante confianza bajando (o más bien no haciéndole caso al miedo) y me tiro cual poseso a la conquista de la piedra: casi toco con el culo en la rueda de atrás, pero demostrando que mi montura tiene secretos imperceptibles para el común de los mortales, la paso casi sin problemas: hoy me siento realizado, jeje. Otro día me estrellaré los cuernos, pero hoy la he pasado, para envidia de otros (sin rencores señoritas...jajajajaja).
La bajada por vereda termina, y antes de tomar la pista que nos llevará a Dalías tomamos otro tentempié. Allí, entre chistes "sabrosos", fotos escatológicas y demás peripecias, descamos lo justo para retomar energías y volver a las andadas.
NAYO EXTREME
PURA PROTEÍNA
Un poco más de bajada y estamos en Dalías. El olor a plancha encencida y el frescor de la cerveza de los bares hace que amarremos en corto a Superman y que no se tiente a dejarnos por una cervecica (nos costó, pero lo conseguimos).
¿No queríais algo lght? ¡¡Pues vamonos para El Ejido, cabrones!! Nada, que como Morales no conoce la vereda de la Pantaneta y unos cuantos teníamos ganas de más tralla, pues a subir Celín para arriba, previo paso por los Baños de la Reina.
Juan, Blas y Jorge suben directamente a la Ermita, donde nos esperarán, y los demás, con un Javi echo polvo por su rodilla, para arriba.
Dos kilómetros más o menos de subida y reagrupamos en el inicio de la vereda. Morales llega destruído, Javi para que contarlo, Miguel acordándose de la hora que decidió venir..., osea, una estampa de lo más motivante, jeje.
Así que los seis (un grupo de lo más variopinto. Entre metereólogos, nutricionistas, mecánicos y demás estamos para un roto y un descosío vamos...), empezamos la bajada por la vereda.
Esta vez si la disfrutamos. La anterior, en la maratón, estabamos listos y sin fuerzas, pero hoy un poco más frescos gozamos con las bajadas por piedras sueltas, con curvas cerradas y de una técnica aceptable para nuestro nivel. Nadie cae. Todo un hito, jeje.
Estamos de vuelta en el área recreativa y la pequeña subida a la Ermita hace que de nuevo todos nos reagrupemos.
Así que para abajo, y en sus ansias por saciar su sed, Juan, Jorge y Blas se quedan tomando cerveza (vaya deportistas... ésos son los mejores, jeje), y los demás rambla para abajo y de vuelta a casa (previo paso por el váter de todos los dalienses.. cagoentó que peste a mierda. Éstos son los lugares que le gustan al Boluko: ramblas con olor a naturaleza, ¿no?).
¿QUIÉN ES LA ESTATUA?
Los últimos metros son un suplicio para Javi y preocupado por su rodilla vuelve a casa con la moral un tanto baja (no te preocupes, que lo que no cure una amputación, no lo cura nada. No, en serio, paciencia que ya verás como se cura).
Llegamos al lugar de salida sobre las 2 y cuarto de la tarde, y con ánimos para planear la siguiente salida: el Jueves Santo y con barbacoa: abstenerse religiosos, porque la pechá de lomo y hamburguesas que me voy a meter no está escrita...
Así que muchachos, hoy hemos tenido de todo: nos hemos vuelto a perder, esperemos que hayamos sumado otro miembro más al grupo, y hemos echado nuestras risas... y lo que empezó siendo una etapa light, han sido unos 45 kilómetros de rompepiernas, con subidas de la hostia y bajadas guapas (Davilico, cuando las hagas vas a flipar). Salimos a las 8 y media y llegamos más allá de las dos, y habiendo parado varias veces nos hemos pegado un tute apañaico...
En fin Pilarín, ésto ha sido todo por hoy (que no es poco), y esperando a ver cuál va a ser el destino para el jueves...:
Nos vemos... si nos miramos...
Pues sí, íbamos con la idea de tomarnos un sabadete algo de tranqui después del tute del domingo pasado en la maratón, y planeamos una etapa corta y todavía desconocida para nosotros: la subida a "La Sierrecilla".
Algunos osados plantearon la ruta Castala - Fuente Alta (va a tener razón Miguel y cierto personaje de Adra se mete en cámaras hiperbáricas, se hace transfusiones de sangre o se inyecta quesitos de jabalí concentrados, porque si no...), pero debido a informaciones acerca del estado del lugar (seguramente nevado), y más en concreto a la muestra de autoridad por parte de Javi (¡¡algo light, joder!!), decidimos explorar (nunca mejor dicho) la subida a "La Sierrecilla".
Por tanto, a las 8:30 con la puntualidad de costumbre estábamos preparados los siguientes bikers:
Con su "Katy" cañera, y procedente de los bajos fondos de Carmona: el Morales...
Provisto de un mp4 hipermegapotente volviéndonos la cabeza como locos: el gran Jorge...
Con la congoja típica del principiante, y pensando a ver dónde me quedo (aguantaste como un campeón): el Blaje...
Con una noche de fiesta y de cubalibres en el cuerpo y una resaca muy bien llevada en honor a Pablo: Superman...
Ingeniando nuevas tácticas de "pillasombras" y "chuparruedas": el mítico Pantani...
Con el carrito del Mercadona atiborrado de barritas, geles, potitos y demás sustancias alimenticias: nuestro "BioTomás"...
Oriundo de las inmediaciones del río Adra con un archivo fotográfico que quita el hambre y escuece el orto: Miguel...
Arrastrando problemas de rodilla pero con un par de huevos y más ganas que nadie (y con clinex en el bolsillo): Javi...
Y con su dama azul, los guantes bien puestos y esta vez sin plátanos: el que suscribe...
PREPARAOS PA LA GUERRAAsí que planteada la alineación, nos ponemos en marcha por las calles de El Ejido, y tiramos por la subida que hacen los Peñas Negras: enlazamos con la rambla del Bujo no por la carretera de Pampanico, sino entre invernaderos y caminos flanqueados por unos cuantos perros (sabeis mi punto débil e intentais explotarlo, mamonazos).
SALIENDO DE EL EJIDOPero claro, como esta peña de normal no tiene nada, pues las incidencias acontecen nada más empezar: y entre la estupenda memoria de Miguel (mira que olvidarse el casco...), y las prisas por adelantar terreno de "los cuñaos", pues 10 minuticos perdíos...
La subida por la rambla se hace recordando las incidencias de la maratón y el buen rollo hasta la fecha que domina el grupo, se desvanece cuando empiezan los tiras y aflojas sobre el orden de llegada a meta (Javi, Pantani seguro que te hizo la pirula, y como es costumbre en él, te atacó en los últimos metros..., no hay manera con este personaje).
¡¡LLEGUÉ YO PRIMERO!!
RAMBLA DEL BUJOAsí que, con la adrenalina por las nubes por el susto del "perrico de la rambla" (algún día le hecho una barrita del Tomás y seguro que le entra una diarrea que se queda en el sitio el mu ioputa), cogemos el desvío para "La Sierrecilla".
Se compaginan subidas por asfalto con trozos de pista, y entre Juan Y Morales (los únicos que medianamente conocen el lugar) lideran el grupo. Pero claro, justo que haya dos para que haya división de opiniones; por lo que, evidentemente, nos hacemos un lío y nos equivocamos de camino (salir pa no perdernos, es tontería..., por lo menos para uno de "Los del uno uno").
El error es fácilmente subsanado y con las ideas más claras, aprovechando la señalización de la maratón, cogemos el camino correcto.
Y la primera en la frente: ¿algo light?... vaya kilometrico apañao hasta la primera parada: rampas cementadas, rampas con piedra muy suelta, pie a tierra en varios lugares..., pero esta subida se hace corta y llegamos a un cortijo donde hacemos la primera parada.
RAMPAS DE "LA SIERRECILLA"Por primera vez en nuestra corta historia todo el grupo llega junto: ¡¡ole por los cuñaos!!
Unas fotos, unas risas, unas pajillas (uy, perdón..., porque no había peluches que si no...), y vuelta a la ruta (vale Javi, me gusta varear olivos a porrazos con el brazo, ¿y qué?).
"LEYENDO REVISTAS"Seguimos el camino por estos parajes contemplando perspectivas de la Sierra de Gádor nunca antes vistas por nosotros. La estampa de Dalías sobre las faldas de la montaña vistas desde este lugar son preciosas: un aliciente estupendo para practicar este deporte.
DALÍAS Y LA SIERRA DE GÁDORPero claro, lo bueno y el tiempo para disfrutar del paisaje se acaba pronto y las rampas aparecen. Hoy me encuentro sobrao y aprieto en cada rampa, contemplando a lo lejos la estampa de mis coleguillas arrastrándose tal cucarachas derrotadas (jeje, permitidme esta licencia pero es que hoy era mi día).
Es una ruta corta en kilómetros, pero distinta a las conocidas hasta ahora, pues tiene rampas duras seguidas de descansos pequeños que hacen de la etapa una auténtica rompepiernas.
Las veredas de bajada se acercan y a más de uno se le ponen los dientes largos, y Javi empieza a ver una pequeña luz en el túnel después de sufrir como nunca a causa de su maltrecha rodilla (si te la hubieses cortado antes de empezar a subir, no te hubiese dado tantos problemas, seguro).
MORALES SUFRIENDO CON SIERRA NEVADA AL FONDOPues éso, a bajar. El Morales abre grupo y se nota que "Katy" se defiende bastante bien en estos terrenos. A continuación Javi, Nayo y el menda.
La bajada tiene tramos complicadillos, otros rápidos, tramos llanos donde las piedras que hay que librar no te dan tiempo a recuperar... Paramos para reagrupar y vemos cosas nunca vistas hasta la fecha: Juan baja subido en bici (así coño, ya verás como poco a poco lo consigues), a Jorge hasta se le ve con soltura (casi hace un caballico bajando y tó... un fuera de serie, vamos)... Pero claro, alguien tiene que estrenar el suelo y, obviando los leves aterrizajes de Superman y Miguel subiendo, Blas hinca la rueda de alante en una piedra y al suelo, pero nada importante.
Otra vez manos a la obra y llegamos al punto avisado por Morales: "su piedra II". Ésta no quiere bautizarla (hoy no llevaba la vaselina para resbalar) y la pasa pie a tierra. Y surge un problema para mi: estoy cogiendo bastante confianza bajando (o más bien no haciéndole caso al miedo) y me tiro cual poseso a la conquista de la piedra: casi toco con el culo en la rueda de atrás, pero demostrando que mi montura tiene secretos imperceptibles para el común de los mortales, la paso casi sin problemas: hoy me siento realizado, jeje. Otro día me estrellaré los cuernos, pero hoy la he pasado, para envidia de otros (sin rencores señoritas...jajajajaja).
La bajada por vereda termina, y antes de tomar la pista que nos llevará a Dalías tomamos otro tentempié. Allí, entre chistes "sabrosos", fotos escatológicas y demás peripecias, descamos lo justo para retomar energías y volver a las andadas.
NAYO EXTREME
PURA PROTEÍNAUn poco más de bajada y estamos en Dalías. El olor a plancha encencida y el frescor de la cerveza de los bares hace que amarremos en corto a Superman y que no se tiente a dejarnos por una cervecica (nos costó, pero lo conseguimos).
¿No queríais algo lght? ¡¡Pues vamonos para El Ejido, cabrones!! Nada, que como Morales no conoce la vereda de la Pantaneta y unos cuantos teníamos ganas de más tralla, pues a subir Celín para arriba, previo paso por los Baños de la Reina.
Juan, Blas y Jorge suben directamente a la Ermita, donde nos esperarán, y los demás, con un Javi echo polvo por su rodilla, para arriba.
Dos kilómetros más o menos de subida y reagrupamos en el inicio de la vereda. Morales llega destruído, Javi para que contarlo, Miguel acordándose de la hora que decidió venir..., osea, una estampa de lo más motivante, jeje.
Así que los seis (un grupo de lo más variopinto. Entre metereólogos, nutricionistas, mecánicos y demás estamos para un roto y un descosío vamos...), empezamos la bajada por la vereda.
Esta vez si la disfrutamos. La anterior, en la maratón, estabamos listos y sin fuerzas, pero hoy un poco más frescos gozamos con las bajadas por piedras sueltas, con curvas cerradas y de una técnica aceptable para nuestro nivel. Nadie cae. Todo un hito, jeje.
Estamos de vuelta en el área recreativa y la pequeña subida a la Ermita hace que de nuevo todos nos reagrupemos.
Así que para abajo, y en sus ansias por saciar su sed, Juan, Jorge y Blas se quedan tomando cerveza (vaya deportistas... ésos son los mejores, jeje), y los demás rambla para abajo y de vuelta a casa (previo paso por el váter de todos los dalienses.. cagoentó que peste a mierda. Éstos son los lugares que le gustan al Boluko: ramblas con olor a naturaleza, ¿no?).
¿QUIÉN ES LA ESTATUA?Los últimos metros son un suplicio para Javi y preocupado por su rodilla vuelve a casa con la moral un tanto baja (no te preocupes, que lo que no cure una amputación, no lo cura nada. No, en serio, paciencia que ya verás como se cura).
Llegamos al lugar de salida sobre las 2 y cuarto de la tarde, y con ánimos para planear la siguiente salida: el Jueves Santo y con barbacoa: abstenerse religiosos, porque la pechá de lomo y hamburguesas que me voy a meter no está escrita...
Así que muchachos, hoy hemos tenido de todo: nos hemos vuelto a perder, esperemos que hayamos sumado otro miembro más al grupo, y hemos echado nuestras risas... y lo que empezó siendo una etapa light, han sido unos 45 kilómetros de rompepiernas, con subidas de la hostia y bajadas guapas (Davilico, cuando las hagas vas a flipar). Salimos a las 8 y media y llegamos más allá de las dos, y habiendo parado varias veces nos hemos pegado un tute apañaico...
En fin Pilarín, ésto ha sido todo por hoy (que no es poco), y esperando a ver cuál va a ser el destino para el jueves...:
Nos vemos... si nos miramos...
