Hola tí@s,
Durante la semana andaba con la cabeza gacha, sin ánimos de casi nada (hay cosas que siempre apetecen, jeje), bajo de moral... En definitiva, estaba a un paso de una crisis depresiva: con éste sería el segundo sábado consecutivo que no podía acompañar a mis colegas de la mountain bike...
Ya sé que era por trabajo, que lo primero es antes y todo éso, pero en mi cabeza no rondaba otra cosa que la idea de ver a Javi acusando a Pantani de chupar rueda, de no poder ver los nuevos guantes de borrego del Boluko, de no ver la "niña" nueva del Morales, de que a este paso Nayo y Tomás serán inalcanzables para mi en la general...
Pero llegó el viernes por la tarde y salió el sol, se despejaron todos los nubarrones que rondaban mi existencia y se confirmaba: el sábado sería uno más camino al Cortijo de la Cruz.
Así que maqueé a la "señorita" el viernes por la tarde y ya la tenía lista para darle un "repasito" al día siguiente.
Nos encontramos en la Ciudad del Transporte del Poniente (La Mojonera) Javi, Nayo, Tomás, Boluko, Pillo, Morales y el menda. Y nada más llegar, no sé si por razones justificadas o por miedo a lo que se nos avecinaba, empezaban los primeros lamentos: "anoche todo el día de copas" decía uno, "¡vaya semana de curro me pegao, estoy listo!" decía otro, "no me engancha la última corona" sentenciaba un osado..., y uno que es precavido no decía nada, pero le temía como a una vara verde al muro que nos íbamos a encontrar nada más salir.
FOTO DE GRUPO
¡¡ ESE BOLUKO !!Total, que a las 8 y media pasadas nos ponemos a dar pedales siguiendo al Morales,conocedor de estos lares.
Pasados 5 km., el camino entre invernaderos se convierte en un muro acojonante donde han tenido que echar cemento para que los coches no patinen; y ahí como valientes estamos nosotros: "Los del uno uno" (nos estamos poniendo fuertes, ¿eh?) y "Los bicivoladores".
La verdad sea dicha, las rampas son jodidas, bastante jodidas, pero están al principio de la ruta y no se pasa especialmente mal (soy demasiado benévolo con alguno, jeje).
RAMPAS DEL PEÑÓN
Aún así, evidentemente se forman grupos y llegamos separados a la fuente del Tartel, hasta donde hay unos 11 km. desde la salida.
Primer abituallamiento, impresiones del repecho, fotos de rigor y el Morales previniéndonos de la sorpresa que nos tiene preparada... Unos conjeturan sobre un motor oculto en su supercuadro, otros sobre la posible realización de una barbacoa al final de la subida... La respuesta en estas líneas.
FUENTE EL TARTEL
Seguimos subiendo por la pista forestal y cogemos el primer cruce a mano izquierda dirección Cortijo de La Cruz, y nos vamos haciendo el cuerpo a que nos quedan 15 Km. de subida más: ¡¡casi ná!!. A pesar de lo cual se ven las primeras muestras de superioridad en el grupo: el Boluko haciendo caballitos y el Tomás imitándolo... ¡¡menudos canallas!!
No sé si debido al sol, a la falta de sales minerales, a alucinaciones derivadas de la altura y el consiguiente déficit de oxígeno, pero se plantea si la bici del Boluko (una Trek acojonante), es un producto más de los chicles Trex... Evidentemente, y por un respeto enorme al personaje que emitió tal filosófica reflexión, todo comentario en estas líneas está de más... (fue un lapsus, esperemos...).
Corriendo un tupido velo sobre lo sucedido, llegamos al desvío de la bajada del Lagarto, la cuál nos aconseja Morales que debemos hacerla (será en otra ocasión campeón; no sabías lo que nos esperaba, ¿eh?), y aprovechamos para parar nuevamente, ésta vez para preocuparnos por el Pillo, el cual lleva al hombre del mazo enganchado al sillín, y le está costando subir (¡¡enorme Pillo, con tal pájara y coronaste!!).
CRUCE EL LAGARTOReemprendemos la marcha y la subidita se hace pesada, y salvo Tomás, que va sin cadena, los demás agrupaditos y para arriba. Cada uno, supongo, motivándose de la mejor manera posible: unos pensando en los filetes con patatas que se iba a zampar a la vuelta, otros pensando en la supersiesta de la tarde y el marchón de la noche (Javi, contrólalo que se nos va del camino, jeje), y algunos pensando en los beneficios de esos regalos sorpresa del día de San Valentín (ya nos contarás si han surtido efecto)...
Así que a Tomás le da por vacilarnos y se escapa fácilmente, para pasados unos cientos de metros volverse y recogernos: éso no se hace, y la próxima vez va a a aparecer misteriosamente una piedra en tu camino...(con mucho cariño, ¿eh?).
Poco a poco seguimos ascendiendo y no dejamos de maravillarnos con las vistas del "Campo de Dalías". Por más que lo está viendo uno todos los días, subes ahí arriba y ver tanto invernadero junto impresiona, es más, es hasta bonito... (es mi pueblo y tengo que hablar bien de él, ¡¡que coño!!).
Y como era de esperar, y a pesar de tener una olgada diferencia de puntos en la general, Pantani, tras una ruta en la que a veces se deja ver por los puestos cabeceros, pero en la que permanece agazapado la mayor parte del tiempo (osea, chupando rueda), nos asombra a todos con una demostración de poderío alarmante para nuestro estado físico, y pega un demarraje que nos hace comer polvo a todos...(este tío va sobrao, jeje).
Llegamos al Cortijo de La Cruz y aprovechamos una pequeña llanura para pegarnos una tumbada, reponer fuerzas y echarnos unas fotillos.
Cuando de repente se deja ver. Sale sigilosamente de la mochila del Morales, y mil ojos le quitan el papel albal: el Morales descubre su sorpresa. Ésto no se hace. ¡¡Nosotros que nos habíamos acostumbrado a las barritas energéticas, a los geles, a los potitos, a los plátanos..., y vas, y a las doce y media te sacas media barra de pan con jamón!! No tiene nombre... (yo con calambres y no me das un poquillo..., mala persona).
CORTIJO LA CRUZ
SIN PALABRAS...Un poco de descanso y vamos a enlazar el sendero de bajada; bueno, de bajada, de subida, de llaneo... ¡¡Nayo, Tomás, vaya traya, joder!!
Al poco de salir primer percance: pinchazo de Javi; y Morales, siempre presto a la ayuda del prójimo (menos a mí, que no me diste bocadillo), se pone manos a la obra con Javi a arreglar pronto la bici. Aquí aprovecha Pillo y se da media vuelta. El pobre iba hoy tocado y prefiere bajar por la pista (te portaste como un campeón aguantando hasta el cortijo).
SENDERO
MECÁNICA RÁPIDAReemprendemos la marcha y disfrutamos de una vereda alucinante; con unas bajadas que le encantarían a David (paciencia monstruo que ya queda menos), con tramos rompepiernas que desgastan a cualquiera. Y aquí aparece el segundo percance: tengo que tirarme de la bici porque tengo unos calambres acojonantes en las dos piernas, y casi no puedo ni ponerlas rectas. Estiro un buen rato y otra vez encima de la bici: "¡¡¡ Me corto las piernas, pero yo bajo !!!"
Hay tramos de bajadas acojonantes, con mucha piedra suelta, donde tienes que estar continuamente con el freno pillado, y aquí, amigos, se nota la diferencia de bicis. El cabrito del Morales antes siempre cerrando grupo, y ahora el primero y dando caña...
Sin haber apenas caídas (me voy a callar Boluko, soy bueno), llegamos a la pista, y a un ritmo de bajada bastante apañado hacemos el último tramo de nuestra jornada (Tomás, no puedes acabar ningún día sin pinchar, ¿eh?).
Llegamos a las 2 y media pasadas al punto de salida. Hemos estado unas cinco horas en bicicleta, haciendo unos 45 kms., y conociendo una ruta que en su tramo de subida es parte de la maratón de El Ejido que unos osados nos vamos a disponer a hacer...
Así que chavales, vayan pensando que hacer el sábado que viene; aunque disfrutemos un poco del día vivido, y cuando se nos olvide el sufrimiento, a planificar la próxima...
Un saludo, y nos vemos... si nos miramos...
